Afrodescendientes reducen la deforestación y conservan mejor

 


Tasas de deforestación en tierras reconocidas de afrodescendientes en Brasil, Colombia, Ecuador y Surinam son hasta un 55 % más bajas que el promedio

Fecha de Publicación
: 29/07/2025
Fuente: El Tiempo (Colombia)
País/Región: Internacional


Un nuevo estudio muestra que territorios administrados por comunidades afro reducen la deforestación y conservan carbono irrecuperable.
En un momento en que el mundo busca soluciones urgentes frente a la crisis climática, una nueva investigación publicada por Conservación Internacional en la revista Nature Communications Earth and Environment pone el foco en un actor muchas veces ignorado: los pueblos afrodescendientes. El estudio demuestra que sus territorios, repartidos en cuatro países amazónicos —Brasil, Colombia, Ecuador y Surinam—, no solo presentan tasas de deforestación significativamente más bajas, sino que también resguardan ecosistemas vitales para la biodiversidad y el almacenamiento de carbono.
“Los pueblos afrodescendientes de las Américas han servido durante mucho tiempo como administradores ambientales sin reconocimiento ni compensación”, afirma Martha Cecilia Rosero Peña, directora de Inclusión Social en Conservación Internacional. “Sin embargo, la evidencia es indiscutible; el mundo tiene mucho que aprender de sus prácticas de gestión territorial”.
El estudio es pionero en combinar datos estadísticos, espaciales e históricos para cuantificar el papel de estas comunidades en la conservación. Revela que los afrodescendientes tienen derechos de gestión sobre 9,9 millones de hectáreas, apenas un 1 % del total de tierras de los cuatro países analizados, pero con un valor ecológico desproporcionadamente alto.

Territorios clave para el planeta
Las cifras hablan por sí solas. Las tasas de deforestación en tierras afrodescendientes son 29 % más bajas dentro de áreas protegidas, 36 % más bajas fuera de ellas, y hasta 55 % más bajas cuando se ubican en el borde de dichas áreas. Además, más de la mitad (57 %) de estos territorios se encuentran dentro del 5 % de regiones con mayor biodiversidad global. En Ecuador, el 99 % de las tierras afrodescendientes se localiza en estas zonas críticas.
Estos territorios albergan también más de 486 millones de toneladas de carbono irrecuperable, es decir, carbono que no podría ser restaurado si se libera por transformación del ecosistema. Su preservación, aseguran los autores del estudio, es esencial para mitigar los efectos más severos del cambio climático.
“Durante siglos, las comunidades afrodescendientes han gestionado paisajes que sostienen tanto a las personas como a la naturaleza, sin embargo, sus contribuciones siguen siendo en gran parte invisibles,” señala Sushma Shretha, directora de Ciencia Indígena, Investigación y Conocimiento en Conservación Internacional. “Su administración ambiental no es solo histórica. Está en curso y debe ser reconocida, apoyada y tomada como ejemplo”.

Una herencia de resistencia y sostenibilidad
El estudio también destaca el legado de conservación heredado de los antepasados africanos llevados a América durante el comercio transatlántico de esclavos. Algunas comunidades escaparon de la esclavitud y fundaron asentamientos en zonas remotas; otras, permaneciendo en plantaciones, desarrollaron prácticas agrícolas innovadoras para alimentar a sus pueblos en resistencia.
De allí surgieron sistemas como los “bosques alimentarios”, que integraron conocimientos africanos tradicionales con las condiciones de los nuevos entornos para crear ecosistemas resilientes, ahora reconocidos como refugios clave de biodiversidad y carbono.
“Es importante señalar que aquellos que permanecieron en plantaciones también emprendieron estas prácticas innovadoras, proporcionando alimento para los asentamientos,” explica Rosero.

Del reconocimiento a la acción
A pesar de sus aportes, los pueblos afrodescendientes siguen estando subrepresentados en espacios clave de toma de decisiones ambientales, como las cumbres climáticas de la ONU. “La participación en foros internacionales como la COP30 puede mejorar significativamente la visibilidad, representación e influencia del liderazgo afrodescendiente en la política ambiental global,” afirma Hugo Jabini, líder Maroon de la tribu Saamaka de Surinam.
Para avanzar hacia una conservación más equitativa, el estudio propone tres acciones urgentes: reconocimiento legal de los territorios afrodescendientes; mayor financiamiento e investigación para apoyar sus esfuerzos de conservación; e integración de sus prácticas de gestión territorial en las políticas globales de biodiversidad y clima.
Angélica Mayolo, exministra de Cultura de Colombia y becaria MLK en el MIT, destaca la necesidad de expandir el reconocimiento legal a países donde aún no existe, como Panamá, Costa Rica y República Dominicana. “Igualmente importante es el desarrollo de instrumentos financieros innovadores y oportunidades económicas para las comunidades afrodescendientes que viven en regiones biodiversas bajo presión socioeconómica sustancial y vulnerables a riesgos relacionados con el clima.”

Una plataforma para el futuro
Conservación Internacional trabaja junto a estas comunidades para elevar su liderazgo en conservación y acción climática. A través de programas como becas para mujeres afrodescendientes, investigaciones, y acciones de incidencia global, la organización busca asegurar que sus voces influyan directamente en las decisiones que afectan sus territorios.
“Los afrodescendientes han estado protegiendo la biodiversidad y gestionando ecosistemas durante siglos usando prácticas de conservación sofisticadas que el mundo apenas comienza a comprender,” concluye Rosero. “Su liderazgo no se trata solo de preservar el pasado, se trata de dar forma al futuro de las políticas climáticas y de conservación”.
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