Ayer entramos en deuda con la tierra

 


En lo que va de 2025, la humanidad ya agotó los recursos naturales que el planeta es capaz de regenerar en un año

Fecha de Publicación
: 25/07/2025
Fuente: InfoBae (Argentina)
País/Región: Internacional


Por ese motivo, se conmemora hoy el Día de la Sobrecapacidad de la Tierra. Especialistas alertan por la demanda de reservas de la naturaleza y su impacto en los ecosistemas. La situación de Argentina
Cada año, el Día de la Sobrecapacidad de la Tierra marca un punto de inflexión: el momento en que la humanidad agota el presupuesto ecológico anual del planeta. En 2025, esa fecha es el 24 de julio, por lo que, durante los cinco meses restantes del año, se vivirá en déficit ecológico. Esto quiere decir que se van a utilizar recursos naturales más rápido de lo que la Tierra puede regenerarlos. 
El cálculo, realizado por una organización sin fines de lucro, se basa en la relación entre la biocapacidad del planeta y la huella ecológica de la humanidad, y utiliza datos actualizados de las Cuentas Nacionales de Huella Ecológica y Biocapacidad, desarrolladas por la Universidad de York. El año pasado, se conmemoró este día el 1 de agosto, lo que significa que se adelantó un total de ocho jornadas.

¿Qué es el Día de la Sobrecapacidad de la Tierra?
El concepto fue propuesto por Andrew Simms, del grupo británico New Economics Foundation, y se convirtió en una campaña global en 2006, en colaboración con Global Footprint Network, que realizó el cálculo. Desde entonces, ha sido impulsado por organizaciones como el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) y se transformó en un indicador ampliamente difundido sobre el impacto del consumo humano sobre los ecosistemas del planeta. 
El cálculo se realiza dividiendo la biocapacidad del planeta (la cantidad de recursos que la Tierra puede regenerar en un año) por la huella ecológica de la humanidad (la demanda de recursos) y multiplicando el resultado por 365. La fórmula es: (Biocapacidad / Huella ecológica) x 365 = Día de la Sobrecapacidad
Este año, la humanidad está utilizando recursos naturales a un ritmo 1,8 veces mayor que la capacidad del planeta para regenerarlos.
En ese sentido, según han divulgado desde el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), “para lograr crecimiento económico y desarrollo sostenible, es urgente reducir la huella ecológica mediante un cambio en los métodos de producción y consumo de bienes y recursos. La gestión eficiente de los recursos naturales compartidos y la forma en que se eliminan los desechos tóxicos y los contaminantes son vitales para lograr este objetivo”.
“También es importante instar a las industrias, los negocios y los consumidores a reciclar y reducir los desechos, como asimismo apoyar a los países en desarrollo a avanzar hacia patrones sostenibles de consumo para 2030″, precisaron en PNUD.

La situación de Argentina frente al sobregiro ecológico
Argentina mantuvo en 2024, según las estimaciones, un superávit ecológico, lo que significa que su biocapacidad supera a la demanda que ejerce la población. Las hectáreas globales son una unidad de medida estandarizada que permite comparar áreas productivas a escala mundial, ajustadas por su capacidad para generar recursos y absorber residuos, especialmente emisiones de carbono.
Según los datos aproximados, el país cuenta con 5,8 hectáreas globales per cápita de biocapacidad frente a una huella ecológica de 3,3 hectáreas globales per cápita, lo que genera una reserva ecológica de 2,5 hectáreas globales por persona.
Sin embargo, esa ventaja estructural no impide que la Argentina entre en sobregiro, o sobrecapacidad, ecológico en el transcurso del año. El informe ubica su Día de la Sobrecapacidad en 2025 el 3 de julio, una fecha que indica que si toda la humanidad consumiera como lo hacen en promedio los argentinos, el planeta agotaría su presupuesto ecológico anual en ese punto del calendario.
Aunque el país conserva una biocapacidad per cápita alta en el contexto global, el adelanto de su fecha de sobregiro revela una presión creciente sobre los ecosistemas locales.

Cómo se calcula: actualizaciones, ajustes y proyecciones
El Día de la Sobrecapacidad de la Tierra se determina a partir de la edición más reciente de las Cuentas Nacionales de Huella Ecológica y Biocapacidad (2025 edition), que incluye datos completos hasta 2022 y estimaciones para 2023 y 2024.
A partir de esa base, Global Footprint Network proyecta los resultados probables para 2025. 
Una modificación clave de este año fue la reducción en la estimación de la capacidad de los océanos para absorber carbono, lo que, combinado con un ligero aumento de la huella per cápita y una leve baja en la biocapacidad per cápita, adelantó la fecha del sobregiro en ocho días respecto de 2024. Según el informe, “siete de esos ocho días se deben a las revisiones de datos”.
El uso de herramientas tecnológicas para estimar valores actuales a partir de datos parciales y tendencias observadas permite al equipo afinar estas proyecciones. Para 2025, se calcula que la Huella Ecológica mundial será de 2,65 hectáreas globales per cápita y la biocapacidad de apenas 1,49 hectáreas globales, con un componente de carbono que representa más del 60% del total.

¿Qué es la huella ecológica y para qué se utiliza?
La huella ecológica mide cuánto demanda la humanidad en términos de recursos naturales y cuánto puede ofrecer el planeta en un año. Este indicador compara el uso de superficies productivas, como tierras de cultivo, bosques, pesquerías y áreas urbanizadas, con la biocapacidad, es decir, la capacidad ecológica de esos sistemas para regenerar recursos y absorber residuos.
Según el Global Footprint Network, “suma todas las áreas biológicamente productivas que una población, persona o producto necesita para producir los recursos naturales que consume y absorber sus residuos, especialmente las emisiones de carbono”. Si la demanda supera la biocapacidad, se produce un déficit ecológico que obliga a importar recursos, agotar ecosistemas o liberar más carbono del que puede capturarse.
El concepto fue desarrollado en 1990 por Mathis Wackernagel y William Rees y hoy se aplica a nivel mundial.
El déficit ecológico no es una abstracción: se traduce en daños concretos sobre los ecosistemas. Según explican, “este sobregiro ocurre porque las personas emiten más CO₂ del que la biosfera puede absorber, usan más agua dulce de la que se repone, talan más árboles de los que pueden volver a crecer, y pescan más rápido de lo que se regeneran las poblaciones”.
Además, el informe advierte que esto “no solo impulsa la pérdida de biodiversidad, el agotamiento de recursos, la deforestación y la acumulación de gases de efecto invernadero. También alimenta la estanflación, la inseguridad alimentaria y energética, las crisis sanitarias y los conflictos”.

Una señal de alarma frente a los límites del planeta
El adelanto del Día de la Sobrecapacidad de la Tierra a julio refleja una realidad persistente: los ecosistemas no logran seguir el ritmo de la demanda humana. La presión acumulada sobre la naturaleza plantea desafíos de gran escala, desde la pérdida de biodiversidad hasta la creciente inseguridad hídrica, alimentaria y climática.
Paul Shrivastava, profesor en la Universidad Estatal de Pensilvania, sostuvo: “El Día de la Sobrecapacidad de la Tierra nos recuerda que la humanidad está sobreconsumiendo al endeudarse con el futuro. La buena noticia es que evitar el incumplimiento ecológico es posible: tenemos la capacidad económica. Ahora debemos desarrollar la voluntad política”.
Con una fecha que cada año tiende a adelantarse y un consumo que sobrepasa los ritmos naturales de regeneración, el Día de la Sobrecapacidad de la Tierra 2025 funciona como un indicador contundente de que los límites biofísicos del planeta no son negociables. La magnitud del desafío exige respuestas a la altura, tanto en términos de reducción del impacto como en estrategias de regeneración.
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