Recuperar la confianza en la COP 16, el gran reto
18:48 | 
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Eco Sitio |
Recuperar la confianza en la COP 16, el gran reto para las naciones
Fecha de Publicación: 20/11/2010
Fuente: La Crónica de Hoy (México)
País/Región: Internacional
Desde finales de noviembre y hasta principios de diciembre de este 2010, teniendo como sede Cancún, Quintana Roo, se llevará a cabo la Conferencia de las Partes número 16 (COP 16), en el contexto de los acuerdos adoptados por la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático.
En esta ocasión, compartiré de manera general cuáles serán los temas a negociar y algunas de las expectativas sobre los resultados esperados. Los asuntos que no puedan ser resueltos en Cancún, se negociarán nuevamente en la COP 17, Sudáfrica 2011.
Por lo pronto, en la Convención de Cancún, los puntos a negociar y sus resoluciones serán abordados conforme a los cinco componentes del Plan de Acción de Bali que se adoptó durante la COP 13 en el 2007, cuyos componentes son: Visión de largo plazo, Mitigación (incluyendo REDD+ o Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación Forestal en Paises en Desarrollo), Adaptación, Tecnología y Financiamiento.
El primer componente consiste en la premisa que para hacer frente al cambio climático se requiere de una visión a largo plazo, misma que se comenzó a reconocer desde el Acuerdo de Copenhague durante la COP 15, al establecerse el límite de aumento de la temperatura promedio del planeta en no más de 2° C.
Sin embargo, hace falta avanzar en el consenso político entre las naciones para darle un estatus legal a dicho acuerdo. Uno de los retos durante la COP 16 es avanzar en la negociación para la propuesta y establecimiento de medios que aseguren no rebasar dicho umbral de temperatura, así como establecer límites de emisiones colectivas de largo plazo como el compromiso de reducción del 20% de las emisiones al 2020 y 50% al 2050.
La mitigación es el segundo componente de la Agenda de Bali que se abordará durante la COP 16. Esta negociación comprende la búsqueda de un acuerdo que determine las metas de disminución de las emisiones de gases de efecto invernadero de los países desarrollados en un rango de -25% a -40% al 2020, con respecto a las emisiones de 1990, así como los mecanismos para garantizar el cumplimiento de dichas metas.
Los países en desarrollo no han comprometido acciones de mitigación a mediano plazo, por lo que éste es otro de los temas a negociar. Sin embargo, algunos países, tanto desarrollados como en desarrollo, han mostrado voluntad para establecer compromisos y acciones de mitigación. Tal es el caso de la instrumentación del Programa de las Naciones Unidas para la Reducción de las Emisiones Derivadas de la Deforestación y la Degradación Forestal en los Países en Desarrollo (UN-REDD), que para su operación requiere del reconocimiento por parte de la comunidad internacional, del principio de contribución al desarrollo sustentable y a la reducción de la pobreza que proporciona la cubierta forestal del planeta.
Por ello, es indispensable el establecimiento de salvaguardas para la regulación forestal y la protección de los bosques naturales, que consideren las causas de la deforestación y degradación, al igual que otros temas relacionados, como la tenencia de la tierra y cuestiones de género, a fin de desarrollar exitosamente estas estrategias.
El tercer punto de la agenda de Cancún se refiere a las estrategias de adaptación al cambio climático. Para ello, se pretende establecer una ventana de financiamiento para su instrumentación. La decisión que se adopte deberá reconocer como prioritarios a los países más vulnerables ante los impactos del cambio climático, así como las necesidades de adaptación del conjunto de los países en desarrollo.
Las naciones con economías emergentes requieren de transferencia de tecnología por parte de las naciones desarrolladas, lo que les permitirá abandonar procesos ineficientes con altos niveles de emisiones de CO2.
Por ello, México como país anfitrión tiene el compromiso de brindar las condiciones necesarias para que las naciones del mundo negocien el fortalecimiento del fomento y transferencia de tecnologías para la mitigación y la adaptación al cambio climático, lo cual deberá generar incentivos para la investigación y el desarrollo de tecnologías de baja intensidad de carbono, accesibles para los países en desarrollo.
El financiamiento es un punto dentro de la agenda a negociar que requerirá de la voluntad y el compromiso de todas las delegaciones que representarán a la humanidad durante la COP 16, ya que se pretende avanzar en la creación de un fondo con recursos internacionales que deberá establecer consensos en cuanto al monto de las aportaciones para garantizar un flujo predecible y suficiente de recursos, donde los compromisos de aportación de recursos y las reglas y criterios de elegibilidad en la asignación de los mismos serán fijados por los propios países participantes.
Debido a que el cambio climático requiere de la acción inmediata, se ha propuesto la creación de un fondo de arranque rápido que incluya el establecimiento de mecanismos apropiados para su funcionamiento que además clarifique los criterios a fin de determinar la asignación de recursos para la atención de diversos temas, así como su distribución equitativa entre países.
Los resultados más convenientes para la humanidad que se podrían alcanzar durante la COP-16 van desde la adopción de un nuevo instrumento jurídico vinculante, hasta una simple reconstrucción de la confianza mutua, post-Copenhague, que permita un avance respecto a los elementos que quedaron sin resolver en dicha reunión.
Los expertos consideran que la reunión de Cancún tiene una gran posibilidad de alcanzar la adopción de un conjunto de decisiones claves para definir el rumbo del actuar internacional en materia de cambio climático.
Consejo de la semana: Participa activamente en la construcción de los acuerdos a negociar durante la COP 16, ya que la sociedad civil, a través de sus redes organizacionales, tiene la capacidad de influenciar dichos acuerdos por medio de las redes sociales virtuales.
Fecha de Publicación: 20/11/2010
Fuente: La Crónica de Hoy (México)
País/Región: Internacional
Desde finales de noviembre y hasta principios de diciembre de este 2010, teniendo como sede Cancún, Quintana Roo, se llevará a cabo la Conferencia de las Partes número 16 (COP 16), en el contexto de los acuerdos adoptados por la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático.
En esta ocasión, compartiré de manera general cuáles serán los temas a negociar y algunas de las expectativas sobre los resultados esperados. Los asuntos que no puedan ser resueltos en Cancún, se negociarán nuevamente en la COP 17, Sudáfrica 2011.
Por lo pronto, en la Convención de Cancún, los puntos a negociar y sus resoluciones serán abordados conforme a los cinco componentes del Plan de Acción de Bali que se adoptó durante la COP 13 en el 2007, cuyos componentes son: Visión de largo plazo, Mitigación (incluyendo REDD+ o Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación Forestal en Paises en Desarrollo), Adaptación, Tecnología y Financiamiento.
El primer componente consiste en la premisa que para hacer frente al cambio climático se requiere de una visión a largo plazo, misma que se comenzó a reconocer desde el Acuerdo de Copenhague durante la COP 15, al establecerse el límite de aumento de la temperatura promedio del planeta en no más de 2° C.
Sin embargo, hace falta avanzar en el consenso político entre las naciones para darle un estatus legal a dicho acuerdo. Uno de los retos durante la COP 16 es avanzar en la negociación para la propuesta y establecimiento de medios que aseguren no rebasar dicho umbral de temperatura, así como establecer límites de emisiones colectivas de largo plazo como el compromiso de reducción del 20% de las emisiones al 2020 y 50% al 2050.
La mitigación es el segundo componente de la Agenda de Bali que se abordará durante la COP 16. Esta negociación comprende la búsqueda de un acuerdo que determine las metas de disminución de las emisiones de gases de efecto invernadero de los países desarrollados en un rango de -25% a -40% al 2020, con respecto a las emisiones de 1990, así como los mecanismos para garantizar el cumplimiento de dichas metas.
Los países en desarrollo no han comprometido acciones de mitigación a mediano plazo, por lo que éste es otro de los temas a negociar. Sin embargo, algunos países, tanto desarrollados como en desarrollo, han mostrado voluntad para establecer compromisos y acciones de mitigación. Tal es el caso de la instrumentación del Programa de las Naciones Unidas para la Reducción de las Emisiones Derivadas de la Deforestación y la Degradación Forestal en los Países en Desarrollo (UN-REDD), que para su operación requiere del reconocimiento por parte de la comunidad internacional, del principio de contribución al desarrollo sustentable y a la reducción de la pobreza que proporciona la cubierta forestal del planeta.
Por ello, es indispensable el establecimiento de salvaguardas para la regulación forestal y la protección de los bosques naturales, que consideren las causas de la deforestación y degradación, al igual que otros temas relacionados, como la tenencia de la tierra y cuestiones de género, a fin de desarrollar exitosamente estas estrategias.
El tercer punto de la agenda de Cancún se refiere a las estrategias de adaptación al cambio climático. Para ello, se pretende establecer una ventana de financiamiento para su instrumentación. La decisión que se adopte deberá reconocer como prioritarios a los países más vulnerables ante los impactos del cambio climático, así como las necesidades de adaptación del conjunto de los países en desarrollo.
Las naciones con economías emergentes requieren de transferencia de tecnología por parte de las naciones desarrolladas, lo que les permitirá abandonar procesos ineficientes con altos niveles de emisiones de CO2.
Por ello, México como país anfitrión tiene el compromiso de brindar las condiciones necesarias para que las naciones del mundo negocien el fortalecimiento del fomento y transferencia de tecnologías para la mitigación y la adaptación al cambio climático, lo cual deberá generar incentivos para la investigación y el desarrollo de tecnologías de baja intensidad de carbono, accesibles para los países en desarrollo.
El financiamiento es un punto dentro de la agenda a negociar que requerirá de la voluntad y el compromiso de todas las delegaciones que representarán a la humanidad durante la COP 16, ya que se pretende avanzar en la creación de un fondo con recursos internacionales que deberá establecer consensos en cuanto al monto de las aportaciones para garantizar un flujo predecible y suficiente de recursos, donde los compromisos de aportación de recursos y las reglas y criterios de elegibilidad en la asignación de los mismos serán fijados por los propios países participantes.
Debido a que el cambio climático requiere de la acción inmediata, se ha propuesto la creación de un fondo de arranque rápido que incluya el establecimiento de mecanismos apropiados para su funcionamiento que además clarifique los criterios a fin de determinar la asignación de recursos para la atención de diversos temas, así como su distribución equitativa entre países.
Los resultados más convenientes para la humanidad que se podrían alcanzar durante la COP-16 van desde la adopción de un nuevo instrumento jurídico vinculante, hasta una simple reconstrucción de la confianza mutua, post-Copenhague, que permita un avance respecto a los elementos que quedaron sin resolver en dicha reunión.
Los expertos consideran que la reunión de Cancún tiene una gran posibilidad de alcanzar la adopción de un conjunto de decisiones claves para definir el rumbo del actuar internacional en materia de cambio climático.
Consejo de la semana: Participa activamente en la construcción de los acuerdos a negociar durante la COP 16, ya que la sociedad civil, a través de sus redes organizacionales, tiene la capacidad de influenciar dichos acuerdos por medio de las redes sociales virtuales.
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