Piden al G7 medidas contra la deforestación en el Gran Chaco

 


Investigadores y activistas reclamaron al G7 que endurezca la legislación contra la deforestación en el Gran Chaco

Fecha de PublicaciĆ³n
: 15/06/2021
Fuente: InfoBae (Argentina)
PaĆ­s/RegiĆ³n: AmĆ©rica del Sur


Los biodiversidad en Argentina, Paraguay, Bolivia y Brasil se ve amenazada principalmente por el avance de la frontera agrĆ­cola
Mientras los lĆ­deres de los paĆ­ses mĆ”s importantes del planeta estĆ”n reunidos de manera presencial en el G7 despuĆ©s de casi un aƱo y medio de confinamiento por la pandemia, investigadores, legisladores y activistas aprovechan la ocasiĆ³n para recordarles lo importante que es el financiamiento de la lucha contra la crisis climĆ”tica y de biodiversidad que afecta al planeta.
En Cornualles, en el suroeste de Inglaterra, siete personas fueron detenidas por tener granadas de humo, pintura y megĆ”fonos, en la localidad de Hayle, a unos 6 kilĆ³metros de donde se hospedan los lĆ­deres del G7. Con caretas y la imagen del Titanic hundiĆ©ndose, los activistas exigen acciones decisivas por parte de los mandatarios.
A menos de 24 horas de que un reporte internacional indicara que las crisis climĆ”tica y de biodiversidad deben abordarse en conjunto y mientras todas las miradas se concentran en la destrucciĆ³n de la Amazonia brasileƱa, investigadores, legisladores y activistas estĆ”n dando la seƱal de alarma sobre la rĆ”pida pĆ©rdida de los bosques en el olvidado Gran Chaco.
La producciĆ³n de soja es la causa principal de desforestaciĆ³n en el biodiverso bosque que se extiende por Argentina, Paraguay, Bolivia y Brasil y es hogar de especies en peligro como el Ć”guila coronada, el yaguaretĆ© y el armadillo gigante. La mayor parte se exporta al Reino Unido y Europa para alimentar gallinas, cerdos y otros animales de granja que terminan en los estantes de los supermercados.
El gobierno del Reino Unido buscĆ³ hacer que las medidas severas contra la deforestaciĆ³n fueran el pilar de su liderazgo climĆ”tico, y redoblar los esfuerzos para poner fin a la destrucciĆ³n forestal estĆ” entre las prioridades de la agenda de la cumbre de lĆ­deres del G7. Las fechas lĆ­mites para la reforma de las cadenas de suministro estarĆ”n bajo especial escrutinio. Mientras algunos paĆ­ses del G7 se comprometieron a legislar nuevas medidas para que supermercados y empresas de bienes de consumo mĆ”s responsables de atacar el desmonte en su cadena de suministro, otros, como JapĆ³n, CanadĆ” y Estados Unidos, no avanzan tan rĆ”pido.
Y, en algunos casos, la legislaciĆ³n que se estĆ” considerando en materia de deforestaciĆ³n se queda corta. Investigadores y activistas del Reino Unido y Argentina dicen que algunos resquicios en la ley ambiental britĆ”nica, que actualmente se estĆ” debatiendo en la CĆ”mara de los Lores, significa, que la deforestaciĆ³n impulsada por el Reino Unido continuarĆ” en el Gran Chaco y en todas partes.
El Gran Chaco estĆ” desapareciendo mĆ”s rĆ”pidamente que la Selva AmazĆ³nica. ImĆ”genes satelitales muestran que, entre 2010 y 2018, se talaron mĆ”s de 29.000 kilĆ³metros cuadrados del Gran Chaco para la actividad agrĆ­cola y ganadera, un Ć”rea equivalente al Canal de la Mancha.
“El Gran Chaco estĆ” entre los bosques que mĆ”s rĆ”pido estĆ”n desapareciendo, y esta deforestaciĆ³n libera cantidades enormes de carbono a la atmĆ³sfera —dijo el profesor Tobias Kuemmerle de la Universidad Humboldt de BerlĆ­n, Alemania, que dirige la nueva investigaciĆ³n sobre el carbono almacenado en el Gran Chaco—. Esto se realiza para producir commodities agropecuarias, como soja, maĆ­z o carne vacuna, que en su mayor parte termina en Europa y el Reino Unido. SerĆ” difĆ­cil estar a la altura de las promesas de reducir el cambio climĆ”tico si no se aborda el papel fundamental que las importaciones agrĆ­colas desempeƱan en el impulso de la deforestaciĆ³n y las emisiones de carbono. Si tomamos en serio la protecciĆ³n del clima, esto tiene que cambiar”.
“Al ser el paĆ­s anfitriĆ³n del G7 y la COP26, el mundo estĆ” mirando al Reino Unido para que continĆŗe con su liderazgo climĆ”tico —dijo Lord John Randall of Uxbridge—. Mientras examinamos la histĆ³rica ley ambiental, que tiene el poder de disminuir drĆ”sticamente el rol que el Reino Unido tiene en la deforestaciĆ³n y sus efectos sobre las comunidades indĆ­genas, es imperativo que no haya ningĆŗn vacĆ­o legal. DeberĆ­amos buscar que las empresas se hagan responsables lo que provocan. Pero no deberĆ­a terminar ahĆ­. Las finanzas pueden tener un papel fundamental para modificar la direcciĆ³n de las cadenas de suministro, y su inclusiĆ³n en las leyes de debida diligencia servirĆ­a mucho para ajustar el impacto de esta legislaciĆ³n”.
Nuevas investigaciones muestran que los bosques del Chaco actualmente almacenan 4,65 gigatoneladas de carbono. Estudios adicionales muestran que las emisiones de carbono de la conversiĆ³n de bosques en campos agrĆ­colas y tierras de pastoreo en el Chaco son similares a las de la Amazonia. Esto se suma a los efectos devastadores que la pĆ©rdida forestal del ecosistema tiene sobre pueblos indĆ­genas y comunidades locales y sobre la biodiversidad.
Un reciente estudio sometido a revisiĆ³n de pares hallĆ³ que al menos el 28% de la deforestaciĆ³n en el Gran Chaco argentino que tuvo lugar entre 2008 y 2017 fue ilegal, en violaciĆ³n de las ley de bosques de ese paĆ­s. La ley ambiental del Reino Unido solo ataca la deforestaciĆ³n ilegal; sin embargo, especialistas dicen que es casi imposible distinguir la soja legal de la ilegal una vez que los porotos machacados se embarcan para exportaciĆ³n y que, al ignorar la deforestaciĆ³n legal en el Reino Unido, las leyes harĆ”n poco para detener la ola de destrucciĆ³n.
“La normativa que se estĆ” considerando en el Reino Unido solamente propone excluir las commodities provenientes de la deforestaciĆ³n ilegal —dijo Manuel Jaramillo, Director de ConservaciĆ³n y Desarrollo Sustentable de la FundaciĆ³n Vida Silvestre Argentina—. Durante los Ćŗltimos trece aƱos, en la regiĆ³n argentina del Gran Chaco, aproximadamente la mitad de la deforestaciĆ³n se dio en Ć”reas donde estĆ” prohibida”.
Ana di Pangracio, Directora Ejecutiva Adjunta de la FundaciĆ³n Ambiente y Recursos Naturales (Farn), indicĆ³: “La ley britĆ”nica deberĆ­a apuntar a frenar toda la deforestaciĆ³n. Tal como estĆ”, la normativa es interesante, pero debemos pedir mĆ”s para asegurar la deforestaciĆ³n cero”.
Entre especialistas forestales e integrantes de diversos partidos polĆ­ticos, preocupa que la ley ambiental del Reino Unido tampoco logre responsabilizar a las instituciones financieras por la deforestaciĆ³n que estĆ”n financiando cuando proveen de fondos a las cadenas de suministro. Intensificar estas reglas de debida diligencia asegurarĆ­a que los fondos del Reino Unido hagan su parte en la promociĆ³n de una transformaciĆ³n positiva de nuestras cadenas de suministros desde arriba.
La producciĆ³n sojera es la base de las economĆ­as de la regiĆ³n, y Argentina —el tercer exportador de soja del mundo— es particularmente dependiente de ese cultivo. En aƱos recientes, el aumento del valor de la soja, junto con las innovaciones tecnolĆ³gicas que hicieron posible su cultivo en el Ć”rido suelo del Chaco, ha llevado a que los productores talen los bosques para hacer lugar a los campos sojeros. En los Ćŗltimos aƱos, los incendios intencionales —como los que se hacen en Brasil e Indonesia para tener mĆ”s tierras de cultivo— han sido responsable por un incremento de la pĆ©rdida forestal.
Las investigaciones muestran que mantener los bosques intactos da trabajo y preserva medios de vida. Se estima que hay trece millones de personas empleadas en el sector forestal formal. AdemĆ”s, los estudios revelaron que la desforestaciĆ³n ilegal en realidad desangra la economĆ­a, ya que cuesta al paĆ­s anfitriĆ³n un mĆ­nimo de cuatro mil dĆ³lares por hectĆ”rea solo en las tres vĆ­as principales para la pĆ©rdida: evasiĆ³n fiscal, pĆ©rdida de la funciĆ³n del ecosistema y conflicto con las comunidades forestales.
Un grupo de ONG argentinas estĆ”n presionando para proteger el Chaco porque sostienen que “detener la conversiĆ³n ambiental en el Gran Chaco le permitirĆ” a la Argentina lograr un desarrollo sostenible e inclusivo”. EstĆ”n llamando a que el sector privado evite la deforestaciĆ³n y la conversiĆ³n del ecosistema en campos sojeros, priorizando el mejor uso de Ć”reas que ya fueron taladas en un modo que sea legal e incorpore tecnologĆ­as para reducir los efectos negativos sobre el ambiente.
“AdemĆ”s de contribuir al calentamiento global, la desforestaciĆ³n tiene un impacto enorme sobre las poblaciones locales indĆ­genas y campesinas que fueron expulsadas de sus tierras en forma violenta”, dijo el profesor GastĆ³n Gordillo de la Universidad de Columbia BritĆ”nica de CanadĆ”, que es argentino y estudiĆ³ el Gran Chaco en profundidad.
Muchos de los grupos indĆ­genas y locales afectados viven apartados y carecen de los recursos y el respaldo global que tienen los grupos amazĆ³nicos. Completamente dependientes de los bosques, las comunidades ayoreas, muchas de las cuales estĆ”n incomunicadas, sufren la mayor amenaza.

Amparo ante la Corte
Esta semana, Greenpeace Argentina ampliĆ³ la acciĆ³n de amparo presentada el aƱo pasado ante la Corte Suprema de Justicia para proteger al yaguaretĆ©. La medida cautelar solicita “el inmediato cese provisional” de cualquier tipo de actividad de desmonte, al advertir “la pĆ©rdida de 7.811 hectĆ”reas de bosques nativos en la provincia entre los meses de noviembre de 2020 y abril de 2021, encontrĆ”ndose vigente el fallo de la Justicia chaqueƱa que suspendiĆ³ los desmontes. Paralelamente, y contrariamente a lo establecido por dicho fallo judicial, el gobierno provincial convocĆ³ a la realizaciĆ³n de audiencias pĆŗblicas durante el mes de junio del presente aƱo para autorizar Cambios de Uso de Suelo (desmonte) en 8 fincas”.
“Los cientĆ­ficos estiman que en Argentina el territorio del yaguaretĆ© quedĆ³ recluido en los Ćŗltimos dos siglos a tan solo un 5% de la superficie original y en la regiĆ³n chaqueƱa estĆ” al borde de la extinciĆ³n. A pesar de haber sido declarado Monumento Nacional no se estĆ” protegiendo su hĆ”bitat, que es continuamente arrasado por las topadoras para ampliar la frontera agropecuaria, lo que pone en serio peligro su subsistencia. Al violar la Ley de Bosques, el gobierno del Chaco es cĆ³mplice de este ecocidio, que implica mĆ”s cambio climĆ”tico, inundaciones, enfermedades, desalojos de campesinos e indĆ­genas y pĆ©rdida de biodiversidad”, advirtiĆ³ HernĆ”n Giardini, coordinador de la campaƱa de Bosques de Greenpeace.

El Gran Chaco
-El Gran Chaco es una regiĆ³n interior de SudamĆ©rica de 110 millones de hectĆ”reas que abarca Argentina, Bolivia y Paraguay. La palabra “chaco” significa “tierra de caza” en lengua quechua.
-Los bosques secos del Gran Chaco son una de las mayores extensiones continuas de vegetaciĆ³n autĆ³ctona que quedan en SudamĆ©rica, sĆ³lo superada por la gran selva amazĆ³nica.

DeforestaciĆ³n
-El Gran Chaco ha sufrido una de las tasas de deforestaciĆ³n mĆ”s rĆ”pidas de la Tierra, con una pĆ©rdida estimada de 8 millones de hectĆ”reas de bosque entre 2000 y 2012.
-MƔs de 14,2 millones de hectƔreas fueron sustituidas por tierras de cultivo y pastoreo en 1985-2013.
-En 2010-2018, solo la parte paraguaya del Gran Chaco perdiĆ³ mĆ”s de 2 millones de hectĆ”reas de vegetaciĆ³n nativa, mientras que la parte argentina perdiĆ³ mĆ”s de 1 millĆ³n de hectĆ”reas.
-Al menos el 28% de la deforestaciĆ³n en el Gran Chaco argentino en 2008-2017 fue ilegal, segĆŗn un estudio reciente. Incluso en medio de la pandemia del COVID-19, la deforestaciĆ³n se acelerĆ³ en partes del Gran Chaco.

Del monte al plato
-La producciĆ³n mundial de soja se ha multiplicado por mĆ”s de diez desde la dĆ©cada de 1960, y se ha duplicado desde el aƱo 2000, hasta alcanzar unos 350 millones de toneladas.
-El Reino Unido importĆ³ 1,9 millones de toneladas de soja de AmĆ©rica Latina en 2019.
-El 65% del total de las importaciones britƔnicas, con tres cuartas partes procedentes de Argentina y Paraguay.
-MĆ”s del 40% de la soja importada en el Reino Unido en 2019 vino sin ninguna certificaciĆ³n de abastecimiento responsable de Argentina, Paraguay o Brasil.
-Alrededor de tres cuartas partes de la soja importada en el Reino Unido se utiliza como alimento para animales para producir carne, productos lƔcteos y huevos que se venden a los consumidores en supermercados y restaurantes.
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