Cetáceos en el Mediterráneo van aumentando su población
8:00 | 
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Aumenta la presencia de cetáceos en el Mediterráneo, según un estudio
Fecha de Publicación: 22/03/2017
Fuente: EFE
País/Región: Mediterráneo
Los biólogos de la Red de Rescate de Fauna Marina de la Generalitat avistaron el año pasado en el mar Mediterráneo, entre Cataluña y las Islas Baleares, más ejemplares de cetáceos, 631 en total, entre ellos un cachalote blanco, que en años anteriores.
Así consta en el estudio obtenido a partir de los embarques realizados por técnicos de la Red de Rescate de Fauna Marina en ferrys de Balearia, en el marco de un convenio con la fundación de la naviera para conservar la biodiversidad marina, que se ha llevado a cabo por cuarto año consecutivo.
Según los biólogos, los datos de 2016 indican un repunte de las poblaciones estudiadas con respecto al año anterior, debido, con mucha probabilidad, a factores ambientales, ya que en 2015 se produjo el efecto climatológico conocido como el Niño y la Niña, lo que podría explicar el descenso de observaciones de delfines y cetáceos pelágicos aquella temporada.
Entre enero y diciembre de 2016, los biólogos han realizado 13 embarques, con 1.229 millas navegadas y 3.498 minutos de censo estandarizado efectuado por 17 observadores cualificados.
El resultado han sido 547 avistamientos, el 70% de aves, sobre todo marinas, aunque también alguna terrestre, y el 22,8% de cetáceos (631 ejemplares).
El resto han sido tiburones y túnidos (33 observaciones) y tortugas marinas de alta mar (3).
Según el estudio, los ciclos estacionales de las aves marinas, que pueden anidar en Baleares y alimentarse en la costa catalana, como las pardelas cenicienta (Calonectris diomedea) y balear (Puffinus mauretanicus), o bien efectuar migraciones parciales entre las dos zonas, como el cuervo moñudo mediterráneo (Phalacrocorax aristotelis desmarestii), explican la estacionalidad de los datos registrados.
Los avistamientos han permitido empezar a conocer mejor, por primera vez, la distribución pelágica invernal de la gaviota pequeña (Hydrocoloeus minutus), especie protegida que anida en el norte de Europa pero que inverna en alta mar en el Mediterráneo.
Censos de especies
Los 204 ejemplares observados ayudarán a modelizar mejor su distribución en la costa y mar catalán, según los biólogos.
También han censado y cartografiado la distribución de especies amenazadas, como la pardela cenicienta (439 ejemplares censados) o el diminuto paíño mediterráneo (Hydrobates pelagicus melitensis), una especie del tamaño de poco más de un gorrión, de color negro y que vive en alta mar, y del que se han detectado 13 ejemplares, a pesar de la dificultad de encontrarlos.
Durante el estudio, los técnicos han observado todas las especies frecuentes de cetáceos en el mar catalán-balear.
El delfín listado es la especie más abundante, con 86 avistamientos (6,61 de media por trayecto) y un total de 568 ejemplares detectados.
Destacan también las 17 observaciones de 20 ejemplares de rorcual común, la segunda ballena más grande del mundo, efectuadas entre febrero y julio, así como la presencia de cachalotes (7 ejemplares), siempre en aguas entre 1.800 y 2.000 metros de profundidad.
Uno de estos cachalotes, una hembra adulta con una cría, era casi blanca, técnicamente leucística, una aberración cromática que recuerda al albinismo y que hace los ejemplares casi blancos, y con casi total seguridad es el ejemplar que ya se ha visto con anterioridad en las costas francesas del golfo de León y en Italia.
En mayo hará cuatro años que se firmó el convenio de colaboración entre la Generalitat de Cataluña y la Fundación Balearia para que los barcos de esta naviera que conectan diariamente Barcelona con las islas Baleares, sean plataformas de avistamientos y también para sensibilizar sobre la importancia de conservar la biodiversidad marina.
En los ferrys se han colocado pósters divulgativos y de identificación de la fauna marina y se han realizado actos de divulgación y sensibilización.
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Fecha de Publicación: 22/03/2017
Fuente: EFE
País/Región: Mediterráneo
Los biólogos de la Red de Rescate de Fauna Marina de la Generalitat avistaron el año pasado en el mar Mediterráneo, entre Cataluña y las Islas Baleares, más ejemplares de cetáceos, 631 en total, entre ellos un cachalote blanco, que en años anteriores.
Así consta en el estudio obtenido a partir de los embarques realizados por técnicos de la Red de Rescate de Fauna Marina en ferrys de Balearia, en el marco de un convenio con la fundación de la naviera para conservar la biodiversidad marina, que se ha llevado a cabo por cuarto año consecutivo.
Según los biólogos, los datos de 2016 indican un repunte de las poblaciones estudiadas con respecto al año anterior, debido, con mucha probabilidad, a factores ambientales, ya que en 2015 se produjo el efecto climatológico conocido como el Niño y la Niña, lo que podría explicar el descenso de observaciones de delfines y cetáceos pelágicos aquella temporada.
Entre enero y diciembre de 2016, los biólogos han realizado 13 embarques, con 1.229 millas navegadas y 3.498 minutos de censo estandarizado efectuado por 17 observadores cualificados.
El resultado han sido 547 avistamientos, el 70% de aves, sobre todo marinas, aunque también alguna terrestre, y el 22,8% de cetáceos (631 ejemplares).
El resto han sido tiburones y túnidos (33 observaciones) y tortugas marinas de alta mar (3).
Según el estudio, los ciclos estacionales de las aves marinas, que pueden anidar en Baleares y alimentarse en la costa catalana, como las pardelas cenicienta (Calonectris diomedea) y balear (Puffinus mauretanicus), o bien efectuar migraciones parciales entre las dos zonas, como el cuervo moñudo mediterráneo (Phalacrocorax aristotelis desmarestii), explican la estacionalidad de los datos registrados.
Los avistamientos han permitido empezar a conocer mejor, por primera vez, la distribución pelágica invernal de la gaviota pequeña (Hydrocoloeus minutus), especie protegida que anida en el norte de Europa pero que inverna en alta mar en el Mediterráneo.
Censos de especies
Los 204 ejemplares observados ayudarán a modelizar mejor su distribución en la costa y mar catalán, según los biólogos.
También han censado y cartografiado la distribución de especies amenazadas, como la pardela cenicienta (439 ejemplares censados) o el diminuto paíño mediterráneo (Hydrobates pelagicus melitensis), una especie del tamaño de poco más de un gorrión, de color negro y que vive en alta mar, y del que se han detectado 13 ejemplares, a pesar de la dificultad de encontrarlos.
Durante el estudio, los técnicos han observado todas las especies frecuentes de cetáceos en el mar catalán-balear.
El delfín listado es la especie más abundante, con 86 avistamientos (6,61 de media por trayecto) y un total de 568 ejemplares detectados.
Destacan también las 17 observaciones de 20 ejemplares de rorcual común, la segunda ballena más grande del mundo, efectuadas entre febrero y julio, así como la presencia de cachalotes (7 ejemplares), siempre en aguas entre 1.800 y 2.000 metros de profundidad.
Uno de estos cachalotes, una hembra adulta con una cría, era casi blanca, técnicamente leucística, una aberración cromática que recuerda al albinismo y que hace los ejemplares casi blancos, y con casi total seguridad es el ejemplar que ya se ha visto con anterioridad en las costas francesas del golfo de León y en Italia.
En mayo hará cuatro años que se firmó el convenio de colaboración entre la Generalitat de Cataluña y la Fundación Balearia para que los barcos de esta naviera que conectan diariamente Barcelona con las islas Baleares, sean plataformas de avistamientos y también para sensibilizar sobre la importancia de conservar la biodiversidad marina.
En los ferrys se han colocado pósters divulgativos y de identificación de la fauna marina y se han realizado actos de divulgación y sensibilización.
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