El narcotráfico está arrasando con la Amazonía peruana
8:51 | 
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Eco Sitio |
Narcotráfico deforesta 10 mllns de hectáreas en la Amazonía
Fecha de Publicación: 22/09/2014
Fuente: Portal expreso.com.pe
País/Región: Perú
La Amazonía peruana está en grave riesgo de convertirse en un desierto debido a la tala criminal de árboles que ha originado la deforestación en varias regiones del país, por la irresponsabilidad y negligencia de diversas autoridades nacionales, regionales y locales, quienes solo se acuerdan de estos hechos cuando se producen sucesos de impacto mediático, como el asesinato de cuatro nativos asháninkas ocurrido hace dos semanas en Ucayali.
Así lo denunció el rector de la Universidad Científica Peruana de Iquitos, Juan Saldaña Rojas, autor de ocho minuciosas investigaciones sobre la devastación de los bosques amazónicos las últimas décadas.
En diálogo con EXPRESO, el destacado investigador afirmó que la deforestación en la Amazonía está generando una reducción muy importante en la capacidad de absorción de dióxido de carbono y perturba el ciclo hídrico de los árboles, que disminuyen su capacidad para captar agua.
“Si perdemos la Amazonía, perdemos la lucha contra el cambio climático”, sentenció Saldaña Rojas, tras precisar que de los 76 millones de hectáreas de bosques que había en el Perú en 1975 se han deforestado cerca de 10 millones de hectáreas.
Afirmó que es paradójico que el gobierno central anuncie los avances en la organización de la COP20 en Lima y los beneficios que nos traerán miles de visitantes, mientras los procesos de deforestación en la Amazonía siguen avanzando.
El científico peruano precisó que el Poder Ejecutivo y el Congreso de la República siguen haciendo caso omiso al preocupante tema de la deforestación perpetrada por mafias de madereros y narcotraficantes que utilizan a campesinos para el sembrío de coca y la elaboración de pasta básica de cocaína.
Producción masiva
Según Saldaña, no solo en el Vraem (Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro) existen amplios sectores destinados a la siembra de coca, sino también en el Alto Huallaga, Tingo María, Aguaytía, Pucallpa, el Trapecio Amazónico del río Amazonas, río Yavarí, Angamos y Caballococha, así como la zona del río Putumayo, en la región Loreto, donde existe una producción masiva de clorhidrato de cocaína con cientos de laboratorios instalados por el narcotráfico.
En ese sentido, denunció que en cada laboratorio clandestino, los narcotraficantes utilizan el ácido sulfúrico, cal, acetona, cemento, gasolina, entre otros compuestos químicos, cuyos residuos son arrojados a los ríos de la selva y por efecto de las lluvias son arrastrados a los riachuelos y afluentes contaminando así todo lo que se encuentra a su paso.
“Entre las consecuencias más importantes que se derivan de la deforestación amazónica podemos mencionar la erosión del suelo, la polución del agua y aire, liberación de dióxido de carbono en la atmósfera, pérdida de biodiversidad por extinción de plantas y animales, incremento de la amenaza de calentamiento de la corteza terrestre, aniquilación de tribus amazónicas, epidemias de malaria y dengue e Inundaciones masivas en todas las comunidades y caseríos aledaños a los ríos”, precisó el especialista.
A manos de mafias de colombianos y brasileños
Desde la década de 1960 se ha intentado regularizar la explotación forestal mediante las implantaciones de sistema de concesiones “amañadas”, con el pretexto de supuestos planes de reforestación que nunca se realizaron, según denunció Juan Saldaña Rojas.
Precisó que en el año 2000 se promulgó la Ley Forestal Nº 27308, que establece concesiones por subasta de cinco mil a 40 mil hectáreas por diez años y renovables para supuesta propuesta para explotación maderera, pero ello solo significó un grave atentado contra el ambiente.
Explicó que estas parcelas, de 5 mil a 40 mil hectáreas, fueron a parar a las manos de mafias de narcotraficantes colombianos, brasileños y peruanos, quienes explotan madera de las especies de caoba y cedro, utilizando “topos”, como se conoce a los habitantes de las comunidades nativas de la zona, para luego sembrar coca.
La Ley Forestal tiene por objeto normar, regular y supervisar el uso sostenible y la conservación de los recursos forestales y de fauna silvestre del país, compatibilizando su aprovechamiento con la valoración progresiva de los servicios ambientales del bosque, en armonía con el interés social, económico y ambiental de la Nación, de acuerdo con lo establecido en los Artículos 66º y 67º de la Constitución.
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Fecha de Publicación: 22/09/2014
Fuente: Portal expreso.com.pe
País/Región: Perú
La Amazonía peruana está en grave riesgo de convertirse en un desierto debido a la tala criminal de árboles que ha originado la deforestación en varias regiones del país, por la irresponsabilidad y negligencia de diversas autoridades nacionales, regionales y locales, quienes solo se acuerdan de estos hechos cuando se producen sucesos de impacto mediático, como el asesinato de cuatro nativos asháninkas ocurrido hace dos semanas en Ucayali.
Así lo denunció el rector de la Universidad Científica Peruana de Iquitos, Juan Saldaña Rojas, autor de ocho minuciosas investigaciones sobre la devastación de los bosques amazónicos las últimas décadas.
En diálogo con EXPRESO, el destacado investigador afirmó que la deforestación en la Amazonía está generando una reducción muy importante en la capacidad de absorción de dióxido de carbono y perturba el ciclo hídrico de los árboles, que disminuyen su capacidad para captar agua.
“Si perdemos la Amazonía, perdemos la lucha contra el cambio climático”, sentenció Saldaña Rojas, tras precisar que de los 76 millones de hectáreas de bosques que había en el Perú en 1975 se han deforestado cerca de 10 millones de hectáreas.
Afirmó que es paradójico que el gobierno central anuncie los avances en la organización de la COP20 en Lima y los beneficios que nos traerán miles de visitantes, mientras los procesos de deforestación en la Amazonía siguen avanzando.
El científico peruano precisó que el Poder Ejecutivo y el Congreso de la República siguen haciendo caso omiso al preocupante tema de la deforestación perpetrada por mafias de madereros y narcotraficantes que utilizan a campesinos para el sembrío de coca y la elaboración de pasta básica de cocaína.
Producción masiva
Según Saldaña, no solo en el Vraem (Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro) existen amplios sectores destinados a la siembra de coca, sino también en el Alto Huallaga, Tingo María, Aguaytía, Pucallpa, el Trapecio Amazónico del río Amazonas, río Yavarí, Angamos y Caballococha, así como la zona del río Putumayo, en la región Loreto, donde existe una producción masiva de clorhidrato de cocaína con cientos de laboratorios instalados por el narcotráfico.
En ese sentido, denunció que en cada laboratorio clandestino, los narcotraficantes utilizan el ácido sulfúrico, cal, acetona, cemento, gasolina, entre otros compuestos químicos, cuyos residuos son arrojados a los ríos de la selva y por efecto de las lluvias son arrastrados a los riachuelos y afluentes contaminando así todo lo que se encuentra a su paso.
“Entre las consecuencias más importantes que se derivan de la deforestación amazónica podemos mencionar la erosión del suelo, la polución del agua y aire, liberación de dióxido de carbono en la atmósfera, pérdida de biodiversidad por extinción de plantas y animales, incremento de la amenaza de calentamiento de la corteza terrestre, aniquilación de tribus amazónicas, epidemias de malaria y dengue e Inundaciones masivas en todas las comunidades y caseríos aledaños a los ríos”, precisó el especialista.
A manos de mafias de colombianos y brasileños
Desde la década de 1960 se ha intentado regularizar la explotación forestal mediante las implantaciones de sistema de concesiones “amañadas”, con el pretexto de supuestos planes de reforestación que nunca se realizaron, según denunció Juan Saldaña Rojas.
Precisó que en el año 2000 se promulgó la Ley Forestal Nº 27308, que establece concesiones por subasta de cinco mil a 40 mil hectáreas por diez años y renovables para supuesta propuesta para explotación maderera, pero ello solo significó un grave atentado contra el ambiente.
Explicó que estas parcelas, de 5 mil a 40 mil hectáreas, fueron a parar a las manos de mafias de narcotraficantes colombianos, brasileños y peruanos, quienes explotan madera de las especies de caoba y cedro, utilizando “topos”, como se conoce a los habitantes de las comunidades nativas de la zona, para luego sembrar coca.
La Ley Forestal tiene por objeto normar, regular y supervisar el uso sostenible y la conservación de los recursos forestales y de fauna silvestre del país, compatibilizando su aprovechamiento con la valoración progresiva de los servicios ambientales del bosque, en armonía con el interés social, económico y ambiental de la Nación, de acuerdo con lo establecido en los Artículos 66º y 67º de la Constitución.
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