Noticia alarmante sobre el gas efecto invernadero N2O

Fecha de Publicación: 10/11/2020
Fuente: MeteoRed
País/Región: Internacional

El N2O es el tercer gas de efecto invernadero del mundo: Una evaluación sin precedentes evalúa la cantidad de N2O
Es 3º gas de efecto invernadero en el mundo, el N2O (óxido nitroso) juega un papel importante en el calentamiento global, es aproximadamente 300 veces gas efecto invernadero que el dióxido de carbono. El N2O, sin embargo, sigue siendo desconocido. Su concentración en la atmósfera ha aumentado un 2% por década durante los últimos 150 años.
Un grupo internacional de investigadores en el que participó Météo-France acaba de realizar un primer inventario completo de fuentes y sumideros de N2O, tanto naturales como antropogénicos.
El uso de fertilizantes nitrogenados, principal causa del aumento de N2O
25 veces más intenso en gas efecto invernadero que el metano, 300 veces más que el CO2 , el N2O es, obviamente, un gas formidable por su impacto.
Este informe a escala mundial sin precedentes cubre la década 2007-2016 y tiene en cuenta todos los compartimentos del sistema terrestre (atmósfera, continentes y océanos) y tiene en cuenta las posibles interacciones entre los depósitos/sumideros de nitrógeno (N) y procesos bioquímicos que controlan las emisiones de N2O. Este informe estableció que la tasa de emisiones de N2O a escala global había aumentado en un 10% desde 1980 hasta alcanzar 17.0 TgN / año (teragramos de nitrógeno por año) en 2016.
Si bien los suelos y los océanos parecen ser las principales fuentes naturales de este gas, la principal causa del alarmante aumento de N2O es el uso de fertilizantes nitrogenados en tierras agrícolas, que por sí solas representan el 70% de las emisiones antropógenas para el período 2007-2016.
Las emisiones de la agricultura están dominadas por Asia oriental, Europa, Asia meridional y América del Norte (fertilizantes sintéticos).
Las emisiones de África y América del Sur están dominadas por las emisiones de estiércol de ganado.
Por lo tanto, es comprensible por qué la tasa de crecimiento más alta de las emisiones de N2O proviene en particular de las llamadas economías “emergentes” (India o Brasil, por ejemplo) donde la producción agrícola y ganadera están aumentando rápidamente.

Un récord alarmante
El estudio publicado por Nature hace sonar la alarma: ¡las emisiones de N2O están aumentando más rápido que cualquier escenario de emisión producido por el IPCC!
Si bien la producción de alimentos siempre tenderá a liberar nitrógeno a la atmósfera, la cantidad liberada puede reducirse. Varios ejemplos muestran que es posible reducir esta curva.
En Europa, las emisiones de N2O han disminuido en las últimas dos décadas gracias a políticas industriales y agrícolas destinadas a limitar las aplicaciones excesivas de fertilizantes.
Otro ejemplo: las emisiones de N2O en los Estados Unidos se han mantenido estables a pesar de un aumento significativo en la producción agrícola, lo que sugiere un uso simplemente más eficiente de fertilizantes nitrogenados en este país.
Este trabajo se basó en numerosas observaciones y resultados de modelos, incluidos en particular los resultados de los componentes oceánicos y continentales de los modelos climáticos planetarios franceses CNRM-CM e IPSL-CM. Un récord alarmante
El estudio publicado por Nature hace sonar la alarma: ¡las emisiones de N2O están aumentando más rápido que cualquier escenario de emisión producido por el IPCC!
Si bien la producción de alimentos siempre tenderá a liberar nitrógeno a la atmósfera, la cantidad liberada puede reducirse. Varios ejemplos muestran que es posible reducir esta curva.
En Europa, las emisiones de N2O han disminuido en las últimas dos décadas gracias a políticas industriales y agrícolas destinadas a limitar las aplicaciones excesivas de fertilizantes.
Otro ejemplo: las emisiones de N2O en los Estados Unidos se han mantenido estables a pesar de un aumento significativo en la producción agrícola, lo que sugiere un uso simplemente más eficiente de fertilizantes nitrogenados en este país.
Este trabajo se basó en numerosas observaciones y resultados de modelos, incluidos en particular los resultados de los componentes oceánicos y continentales de los modelos climáticos planetarios franceses CNRM-CM e IPSL-CM.
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