Estalla la duda nuclear

Estalla la duda nuclear

Fecha de Publicación: 13/05/2008
Fuente: IPS
País/Región: Internacionales


Organizaciones internacionales y gobiernos de Europa promueven los reactores nucleares ante el cambio climático y el encarecimiento del petróleo y el gas. Pero persisten las dudas sobre la seguridad de esta fuente de energía.
Las preocupaciones más acuciantes hoy en Europa se refieren a centrales nucleares de Alemania, Bulgaria y Francia.
Las organizaciones Greenpeace Internacional y Amigos de la Tierra condenan la participación del banco francés BNP Paribas en la construcción de la estación nuclear de Belene, cerca del río Danubio, en Bulgaria septentrional.
Esa central "aplicará tecnología rusa insegura, que no está autorizada en Francia. El BNP es el único banco del mundo dispuesto a participar en este proyecto dinosaurio", dijo a IPS Sébastien Godinot, de Amigos de la Tierra.
La construcción de la planta de Belene tuvo grandes demoras. Aprobada en 1981 por el gobierno comunista en Sofía, su construcción comenzó en 1987, según el diseño realizado en conjunto por autoridades de la hoy disuelta Unión Soviética y de Bulgaria.
En 1990, las obras se detuvieron por el colapso del bloque soviético.
En 2002, el gobierno de Bulgaria, ahora partidario de la economía de mercado, relanzó el proyecto, con planes de operar dos reactores AES-92 VVER-1000 proporcionados por Atomstroyexport, el monopolio ruso exportador de equipamiento y servicios nucleares.
La firma alemana de ingeniería Siemens y el monopolio nuclear francés Areva participan en el proyecto. En 2006, el BNP recibió la invitación búlgara para presentarse a una licitación.
El portavoz del BNP Antoine Sire dijo que el banco sólo financió "los estudios de prefactibilidad de la planta", y que "una segunda invitación a postularse a una licitación debería ocurrir en los próximos meses".
Sire dijo que las autoridades búlgaras habían decidido "decir erróneamente que los estudios de prefactibilidad eran parte de la construcción. Pero no estamos allí todavía".
Godinot declaró a IPS que todo el proyecto es peligroso. "Está ubicado en una zona sísmica, insuficientemente protegido contra un ataque terrorista, y no tiene ningún medio de procesar los desechos nucleares", argumentó.
Además, el plan tendrá "efectos negativos en las actividades turísticas y la agricultura en Bulgaria septentrional", sostuvo.
Yann Louvel, de Amigos de la Tierra, dijo que la central nuclear de Belene es, además, "una monstruosidad económica".
"El costo de construcción estimado pasó de 4.000 millones a 7.000 millones de euros en un año (de 5.800 millones a 11.500 millones de dólares). Numerosos bancos internacionales decidieron, por lo tanto, no participar en la invitación a presentarse a licitación", explicó.
Louvel señaló a IPS que la explicación del BNP era un intento de "engañar al público". "La decisión de construir la planta nuclear de Belene ya fue tomada, así como la tecnología que se utilizará. Si el BNP realmente cree que habrá nuevos estudios, su política empresarial es muy ingenua", ironizó.
Pero la tecnología nuclear rusa no es la única que recibe críticas. A fines de abril, los gobiernos de Alemania y Francia decidieron interrumpir el transporte de desechos radiactivos de la planta francesa de reciclaje de La Hague a un depósito provisorio en la septentrional localidad alemana de Gorleben.
Los residuos nucleares de las centrales alemanas fueron reciclados durante años en La Hague a fin de reducir la radiactividad de los desechos finales, y obtener como derivado un combustible que puede usarse nuevamente en las plantas nucleares.
La decisión de detener el transporte de desechos radiactivos se basó sobre un informe del alemán Instituto Federal de Investigación de Materiales (BAM) según el cual los vagones especiales que trasladan los residuos no son a prueba de contaminación atmosférica, y podrían no quedar intactos en caso de accidente.
El transporte que debía tener lugar en 2009 ahora puede ser postergado hasta 2011. Es posible que se necesiten nuevos vagones.
Según la BAM, los usados habitualmente demostraron ser deficitarios "de modos fundamentales". Estos son manufacturados por la Sociedad de Servicios Nucleares.
La BAM urgió a la Sociedad de Servicios Nucleares a prestar especial atención a la calidad. El influyente periódico alemán Die Sueddeutsche Zeitung calificó la reprimenda pública de "una sonora palmada".
De acuerdo con la BAM, la Sociedad de Servicios Nucleares usó "parámetros arbitrarios" en simulaciones informáticas para probar la resistencia de los vagones a la radiactividad o a un accidente.
El portavoz de la Sociedad de Servicios Nucleares Michael Koelb admitió que hubo discrepancias en las simulaciones.
"Estamos horrorizados", dijo a IPS Jochen Stay, líder de las organizaciones ambientalistas que se oponen al almacenamiento de desechos nucleares en Gorleben.
"Siempre hemos sido muy escépticos ante la industria de la energía nuclear, y nunca creemos en sus afirmaciones sobre la seguridad de sus instalaciones. Pero las condiciones reales de cómo funciona la industria obviamente están más allá de nuestra imaginación", expresó en una entrevista.
Ahora surge un nuevo escándalo en Alemania. La fiscalía de Stuttgart, unos 400 kilómetros al sur de Berlín, investiga acusaciones sobre el uso de cemento de mala calidad en la construcción de la central nuclear de Neckarwestheim. Los ambientalistas alemanes exigen clausurarla temporalmente.

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