Crisis de liderazgo climático en la Unión Europea

 


La UE pierde el liderazgo climático: las divisiones internas impiden cumplir los plazos fijados por la ONU 

Fecha de Publicación
: 22/09/2025
Fuente: El Español
País/Región: Unión Europea


Tradicionalmente, la Unión Europea se ha presentado ante la opinión pública como líder mundial en la lucha contra el cambio climático y como defensora de una ambición máxima en todos los acuerdos internacionales, hasta el punto de permitirse dar lecciones por igual a socios y adversarios.
Sin embargo, esta imagen que la UE proyecta de sí misma como referencia climática ha estallado en mil pedazos en el Consejo de Medio Ambiente celebrado este jueves en Bruselas.
Allí, las divisiones internas entre los Estados miembros han impedido un acuerdo sobre los nuevos objetivos de reducción de emisiones para 2035 y 2040, lo que significa que Bruselas incumplirá los plazos fijados por la ONU, que los reclamaba para septiembre.
La Comisión de Ursula von der Leyen propuso en julio para 2040 un recorte de CO2 del 90% respecto a los niveles de 1990, que se corresponde con una disminución intermedia del 72,5% para 2035.
En paralelo, Bruselas plantea introducir una serie de medidas de "flexibilidad" para aplacar a los críticos. La más importante consiste en permitir de nuevo la compra de créditos internacionales de CO2 en países en desarrollo para cubrir hasta el 3% del esfuerzo exigido.
Pero ni siquiera estas concesiones han servido para convencer a los Estados miembros más reticentes, como Polonia, Italia, Hungría, República Checa o Eslovaquia.
Todos ellos consideran que estos objetivos son demasiado ambiciosos, ponen en riesgo a la industria comunitaria y tendrán un coste asumible, en una situación geopolítica particularmente difícil después de que Donald Trump se haya salido por segunda vez del acuerdo de París.
"República Checa no puede apoyar el objetivo del 90% propuesto por la Comisión", ha dicho este jueves su ministro de Medio Ambiente, Petr Hladik.
"Pensamos que el 90% es demasiado ambicioso. Estamos de acuerdo con Eslovaquia en que la opción más inteligente sería empezar con una cifra más baja y realista, que podría aumentarse en el futuro si fuera necesario", sostiene la representante húngara, Anikó Raisz.
"Conocemos los costes para las economías nacionales de cumplir obligaciones que son el resultado de decisiones dogmáticas, de la ideología", se ha quejado el ministro italiano, Gilberto Pichetto.
Estos cinco países no suman la minoría de bloqueo necesaria para tumbar la propuesta de la Comisión. Por eso, la presidencia danesa de la UE había convocado la reunión extraordinaria de ministros de Medio Ambiente de este jueves para aprobar el 90% y el 72,5% de una tacada y llegar en plazo a la ONU.
Sin embargo, los planes de la presidencia se han ido al garete por las dudas de última hora de Francia y Alemania. Ambos países han reclamado que la discusión se eleve al nivel de jefes de Estado y de Gobierno en la cumbre que se celebra a finales de octubre en Bruselas.
En teoría, ni París ni Berlín cuestionan directamente los objetivos propuestos por Bruselas, pero sí reclaman más medidas de protección y ayudas públicas para acompañar a la industria europea en la transición climática y evitar una ola de deslocalizaciones.
"Es un expediente muy importante, que enmarcará la política climática y medioambiental, pero también industrial, de Europa para los próximos 15 años. Así que es razonable que los jefes de Estado y de Gobierno quieran discutir sobre ello", alega el representante alemán, Jochen Flasbarth.
Al final, Copenhague ha renunciado a forzar una votación. En lugar de aprobar objetivos jurídicamente vinculantes, los ministros de Medio Ambiente han estado negociando durante una jornada maratoniana de 9 horas una simple "declaración de intenciones".
En esta declaración, los ministros de Medio Ambiente aseguran que trabajan en un objetivo para 2035 que estará en un rango entre el 66,3% y el 72,5%. Es decir, la UE deja la puerta abierta a rebajar el nivel de ambición propuesto por Bruselas.
"Estamos viviendo un momento difícil. Hay una guerra en nuestro continente. Todo el mundo necesita garantías de que, mientras se cumplen objetivos climáticos ambiciosos, también hay que preocuparse por nuestra base industrial", ha dicho el ministro danés, Lars Aagaard.
El resultado de este fracaso es que la UE acudirá con las manos vacías a la Asamblea General de la ONU que se celebra la semana que viene en Nueva York. El secretario general, Antonio Guterres, ha convocado una reunión de alto nivel el 24 de noviembre para que los líderes presenten sus contribuciones.
Frente a la parálisis europea, el primer ministro de Australia, Anthony Albanese, se ha adelantado y ha anunciado este mismo jueves que su país se compromete a recortar las emisiones para 2035 en un rango de entre el 62% y el 70% respecto a los niveles de 2005.
"Es el objetivo adecuado para proteger nuestro medioambiente, para proteger y promover nuestra economía y empleos y para asegurar que actuaremos en nuestro interés nacional", sostiene Albanese.
Por su parte, Reino Unido ya ha anunciado para 2035 un objetivo de recorte de emisiones de al menos el 81% en comparación con 1990.
Frente a las dudas de otros socios, la posición del Gobierno de Pedro Sánchez sigue siendo la de perseguir una máxima ambición en los objetivos climáticos.
"Europa es especialmente vulnerable al cambio climático. Los riesgos del cambio climático avanzan en número, en extensión, en afectación de distintos territorios. Y por lo tanto, la ambición tiene que estar ahí por parte de la UE", sostiene la vicepresidenta tercera, Sara Aagesen.
"Hemos visto un verano récord de incendios forestales en la UE, especialmente descontrolados en Chipre, Grecia, España y Portugal, con más de un millón hectáreas quemadas en la UE, una superficie más grande que Chipre o equivalente a un tercio de Bélgica", ha dicho el comisario de Acción Climática, Woepke Hoekstra.
"Estos fenómenos meteorológicos extremos conllevan enormes daños económicos y sociales. Es otro recordatorio contundente de por qué este es un debate tan importante", ha agregado.
El plan ahora de la presidencia danesa es convocar un nuevo Consejo de Medio Ambiente a principios de noviembre, tras la cumbre de líderes europeos, para aprobar los objetivos del 72,5% y del 90%.
De esta forma, la UE todavía llegaría a tiempo para la COPS30, la cumbre del clima que este año se celebra en Belém (Brasil) del 10 al 21 de noviembre. Sin un acuerdo para entonces, los europeos se quedarían definitivamente descolgados en la lucha por la protección del planeta.
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