El 2024 acelera los indicadores de impactos climáticos

 


Un informe de la Organización Meteorológica Mundial documenta la espiral de consecuencias de los eventos meteorológicos y climáticos

Fecha de Publicación
: 20/03/2025
Fuente: OMM
País/Región: Internacional


La concentración atmosférica de CO2, así como también las de metano (CH4) y de óxido nitroso (N2O), han alcanzado los niveles más altos de los últimos 800 000 años.
En 2023 —último año para el que se dispone de cifras anuales consolidadas a escala mundial— las concentraciones de CO2 fueron de 420,0 ± 0,1 partes por millón (ppm), 2,3 ppm más que en 2022 y un 151 % más que el nivel de la era preindustrial (1750). Un valor de 420 ppm corresponde a 3 276 Gt, es decir, 3 276 billones de toneladas de CO2 en la atmósfera.
Los datos en tiempo real obtenidos de determinados emplazamientos indican que las concentraciones de esos tres gases, los más abundantes en la atmósfera, siguieron aumentando en 2024. El dióxido de carbono permanece en la atmósfera durante generaciones y retiene en ella el calor.

Temperatura media mundial cerca de la superficie
En 2024 se batió el récord de temperatura. Además, cada uno de los últimos diez años (2015 2024) fue uno de los diez años más cálidos de los que se tiene constancia.
La temperatura sin precedentes de 2024 se vio impulsada por un intenso episodio de El Niño, que alcanzó su punto álgido a principios de año. En todos y cada uno de los meses comprendidos entre junio de 2023 y diciembre de 2024, las temperaturas medias mensuales del planeta superaron todos los registros mensuales anteriores a 2023.
Las concentraciones récord de gases de efecto invernadero fueron el principal motor del aumento de la temperatura, mientras que el paso del episodio de El Niño al episodio de La Niña tuvo una influencia menor.

Contenido calorífico de los océanos
Alrededor del 90 % de la energía acumulada en el sistema Tierra por causa de los gases de efecto invernadero se almacena en el océano.
En 2024, el contenido calorífico de los océanos alcanzó su nivel más alto desde que empezaron a efectuarse observaciones de esa variable hace 65 años. Y en cada uno de los últimos ocho años se ha establecido un nuevo récord. El ritmo de calentamiento de los océanos en los dos últimos decenios (2005-2024) duplica con creces el observado durante el período 1960-2005.
El calentamiento de los océanos degrada los ecosistemas marinos, contribuye a la pérdida de biodiversidad y reduce la capacidad de las aguas para actuar como sumidero de carbono. Además, intensifica las tormentas tropicales y agrava el aumento del nivel del mar, sin olvidar que es irreversible durante siglos o milenios. Según las proyecciones climáticas, el calentamiento de los océanos continuará al menos durante el resto del siglo XXI, incluso aunque se logren escenarios de bajas emisiones de carbono.

Acidificación de los océanos
La acidificación de la superficie oceánica continúa, como lo demuestra la disminución constante del pH medio mundial de la superficie de los océanos. Los descensos regionales más marcados se produjeron en el océano Índico, el océano Austral, la zona oriental del Pacífico ecuatorial, la zona septentrional del Pacífico tropical y determinadas regiones del océano Atlántico.
Ya se han observado claramente los efectos de la acidificación de los océanos en la extensión de los hábitats, la biodiversidad y los ecosistemas, y tanto los arrecifes de coral como la producción alimentaria fruto de la acuicultura y la pesca de marisco se han visto afectadas.
Las proyecciones indican que la acidificación de los océanos seguirá aumentando a lo largo del siglo XXI, y su ritmo dependerá de las emisiones futuras. Los cambios en el pH de las capas profundas de los océanos son irreversibles en escalas temporales del orden de siglos o milenios.

Nivel medio del mar a escala mundial
En 2024, el nivel medio del mar a escala mundial fue el más alto desde que empezaron a obtenerse mediciones satelitales en 1993, y la tasa de aumento observada entre 2015 y 2024 duplicó la registrada entre 1993 y 2002, al pasar de 2,1 mm anuales a 4,7 mm anuales.
La subida del nivel del mar tiene efectos en cadena que deterioran los ecosistemas costeros y la infraestructura litoral, y cabe destacar las repercusiones debidas a las inundaciones y la intrusión salina que contamina las aguas subterráneas.

Balance de masas de los glaciares
Entre 2022 y 2024 se registró el balance trienal de masas de los glaciares más negativo del que se tiene constancia. Desde 1950, siete de los diez años con los balances de masas más negativos jamás registrados se han producido a partir de 2016.
Se observaron balances de masas excepcionalmente negativos en Noruega, Suecia, Svalbard y los Andes tropicales.
El retroceso de los glaciares incrementa los peligros a corto plazo, socava las economías, deteriora los ecosistemas y pone en jaque la seguridad hídrica a largo plazo.

Extensión de los hielos marinos
Desde que empezaron a realizarse mediciones por satélite, las 18 extensiones mínimas de los hielos marinos del Ártico más bajas de las que se tiene constancia se han producido en los últimos 18 años. Respecto a la extensión de los hielos marinos en la Antártida, sus valores mínimo y máximo anuales fueron, en ambos casos, los segundos más bajos jamás registrados desde que empezaron las observaciones en 1979.
En 2024, la extensión mínima diaria de los hielos marinos del Ártico fue de 4,28 millones de km2, la séptima extensión más baja en los 46 años de datos satelitales. En la Antártida, la extensión mínima diaria fue la segunda más baja del registro satelital y, por tercer año consecutivo, no superó los 2 millones de km2. Se trata de las tres extensiones mínimas del hielo antártico más bajas registradas por satélite.

Fenómenos extremos y sus efectos
Los fenómenos meteorológicos extremos acaecidos en 2024 provocaron el mayor número anual de nuevos desplazados desde 2008, acarrearon la destrucción de viviendas, infraestructuras críticas, bosques y tierras de cultivo y entrañaron la pérdida de biodiversidad.
A mediados de 2024, los efectos combinados de diversas perturbaciones —como el recrudecimiento de los conflictos, la sequía y los elevados precios de los alimentos en el ámbito nacional— habían agudizado las crisis alimentarias en 18 países.
Los ciclones tropicales fueron la causa de muchos de los eventos de mayor impacto de 2024, entre los que cabe destacar el tifón Yagi en Viet Nam, Filipinas y el sur de China.
En octubre, los huracanes Helene y Milton tocaron tierra en la costa oeste de Florida (Estados Unidos) como huracanes de primer orden y ocasionaron pérdidas económicas valoradas en decenas de miles de millones de dólares. Las excepcionales lluvias e inundaciones provocadas por Helene causaron más de 200 víctimas mortales, el mayor número de fallecidos por causa de un huracán en el territorio continental de los Estados Unidos desde el Katrina en 2005.
En el océano Índico, el ciclón tropical Chido causó víctimas y pérdidas económicas en la isla francesa de Mayotte, Mozambique y Malawi. Solo en Mozambique, obligó a unas 100 000 personas a abandonar sus hogares.

La Organización Meteorológica Mundial (OMM) es un organismo especializado de las Naciones Unidas encargado de promover la cooperación internacional en ciencias atmosféricas y meteorología.
La OMM monitorea el tiempo, el clima y los recursos hídricos y brinda apoyo a sus Miembros en materia de pronóstico y mitigación de desastres. Con su labor, la Organización respalda firmemente el fomento de los conocimientos científicos, el refuerzo de la seguridad pública
y el aumento del bienestar.
.

0 comentarios:

Buscar este blog

Blog Archive

Temas

Archivo de Blogs