El paraíso de los incas: se destruye

El paraíso de los incas: se destruye

Fecha de Publicación: 24/09/2008
Fuente: El Sol de Cusco
País/Región: Perú



En 1983, la UNESCO declaró a la ciudadela de Machu Picchu como Patrimonio Cultural y Natural de la Humanidad, reconociendo no sólo el valor de las hermosas construcciones incas erigidas en el valle del Urubamba, sino la importancia de su ecosistema y de su variadísima fauna y flora, con especies únicas en su género y otras en vías de extinción.
Este singular mundo de vida silvestre que rodea las espectaculares edificaciones de los hijos del Sol, se han visto seriamente afectadas por el siniestro que destruyó aproximadamente 3 mil hectáreas de pastos naturales.
El tema de la flora y fauna silvestre nuevamente se pone en tapete debido a que se ha desenmascarado nuevamente la ineptitud de las autoridades para hacer frente a este serio problema. El saldo de la emergencia tendrí consecuencias fatales.
Hay que indicar, que la UNESCO declaró al referido santuario como Patrimonio Cultural y Natural de la Humanidad, para proteger su complejo medio ambiente que reúne 10 zonas de vida y más de una especie endémica.

Tierra de orquídeas
Hay quienes dicen que Machu Picchu es el "paraíso de los botánicos" por su exuberante y variada flora, cortesía de la accidentada geografía y los diversos pisos ecológicos que oscilan entre los 1,727 m.s.n.m a nivel del río Urubamba y los 6,271 m.s.n.m. en la cumbre del nevado Salcantay.
Son deliciosas las vistas de los caminos con añosos árboles de alisos (Alnus jorullensis), pisonay (Erythrina falcata) y queñuales (Polylepis racemosa), que dan cobijo a numerosas plantas epifitas, además de begonias, bromelias y helechos. Pero en estas tierras uniformadas de verde, las orquídeas -con su incomparable belleza- parecen ser coloridos lunares que rompen la monotonía cromática del bosque espeso y enmarañado.
Machu Picchu es la tierra de las orquídeas. Existen cerca de 30 géneros y 200 especies que florecen alternadamente en el transcurso del año, tanto en zonas abiertas como en medio de la espesura de sus bosques.
Lo lamentable es que el peligro de la extinción amenaza a algunas especies, como la hermosa waqanqi (Masdevallia veitchiana) que en quechua quiere decir "llorarás", una hermosa orquídea de encarnado color y una de las más identificadas con Machu Picchu. Otra es la wiñay wayna (Epidendrum secundum) o "siempre joven" por florecer durante un largo período.
En el santuario existen otras flores hermosas, como la "flor de iris" que se encuentra en las laderas de los caminos; no hay que confundirla con la ortiga que también es amarilla, pero cuya belleza es engañosa, porque al tocarla expele ácido fórmico, produciendo un molestoso escozor.

De aves, osos y reptiles
El Santuario Histórico Machu Picchu cobija importantes especies de fauna, como el oso de anteojos (Tremarctos omatus), el curioso pudú (Pudu mephistopheles), un pequeño venado de 30 centímetros de alto, ambos en peligro de extinción; y el inquieto gato montés (Felis colocolo).
Quizás las aves sean las más numerosas. Se han registrado 375 especies, entre ellas el gallito de las rocas o tunki (Rupícola peruviana) -el ave nacional-, los majestuosos cóndores (Vultur gryphus) -los carroñeros más grandes del mundo- o el colorido cucarachero inca (Tryothorus eisenmannii) que sólo habita en esta zona.
Hay más animales que en Machu Picchu. Quizás disfrutar de los brincos y saltos de diversos géneros de monos, como el Cebus sp., Saimiri sp. y el Lagothrix sp., este último en peligro de extinción; o sentir espanto ante reptiles excesivamente venenosos, como el jergón bothrops (Bothrops atrox) o la coral micrurus (Micrurus sp.).
Más inofensivos y numerosos son los insectos, otro de los grandes atractivos naturales del santuario. Sus hermosas mariposas de vivos colores son la mejor muestra de ello, habiéndose encontrado alrededor de 400 especies.
No hay dudas. Visitar Machu Picchu es una grata aventura, no sólo por el indescriptible espectáculo que ofrece sus perfectas construcciones de piedra, sino también por sus paisajes hechos de sierra y de selva, lo que le añade un atractivo más a su mágica belleza. Todo esto ahora nuevamente se ve en serio peligro.

Incendio controlado
El director del Parque Arqueológico de Machu Picchu (PAM), Fernando Astete indicó que el incendio registrado en inmediaciones de la ciudadela inca y que afectó aproximadamente 3 mil hectáreas de pastos naturales, se halla debidamente controlada.
Sostuvo que si bien es cierto que por lo escarpado y por la "paja brava" existente en la zona se registran otros focos de incendios en los sectores de la parte alta de Wayna Q'ente y Torontoy, estos también se encuentran controlados.
En la tarea para controlar el siniestro, participaron más de 600 trabajadores del Instituto Nacional de Cultura (INC Cusco), con apoyo de la municipalidad de Machu Picchu (10), así como del INRENA (30) y los bomberos (15).
"Los focos de incendio no afectan ni comprometen ningún monumento arqueológico y el ingreso de los turistas a la ciudadela inca y el Camino Inca es completamente normal", sostuvo el funcionario.
Hay que indicar, que el incendio forestal se desató hace varios días en dos puntos cercanos de la vía férrea Cusco-Machu Picchu. "La fase más complicada de la emergencia ya pasó", agregó.
Insistió en que el incendio nunca puso en peligro algún resto arqueológico de Machu Picchu, y aclaró que los turistas tampoco sufrieron daños o percances mayores.

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