El problema ambiental de la IA no es solo la energía

 


Cómo la IA convierte chips avanzados en basura electrónica

Fecha de Publicación
: 17/05/2025
Fuente: Agencia DW
País/Región: Internacional


Incluso los chips más avanzados resienten la carga de trabajo que les impone la inteligencia artificial, y ello conlleva retos ecológicos.
Además del elevado consumo de energía y agua, la Inteligencia Artificial (IA) tiene un impacto medioambiental del que no se habla tanto: genera una gran cantidad de residuos electrónicos, y reciclarlos y recuperar sus metales críticos es costoso y no está suficientemente extendido.
El desarrollo exponencial de esta tecnología ha aumentado la demanda de chips de procesamiento gráfico, necesarios para entrenar a los modelos de IA generativa, capaces de producir contenido nuevo y original a partir de datos previamente aprendidos.
"El ciclo vital de estos chips es de tres a cinco años, significa que pasado ese tiempo, e incluso un poquito antes, se desechan", explica a EFE Ana Valdivia, profesora de IA, gobierno y políticas del Instituto de Internet de la Universidad de Oxford, en Reino Unido, que afirma que este impacto concreto de la IA está "muy invisibilizado".
El coste de reciclar estos chips es alto, -no es económicamente viable para las empresas, dice Valdivia- por lo que gran parte de ellos acaban incinerados, con sus consecuentes emisiones contaminantes, o en vertederos.
Según el informe más reciente de Naciones Unidas (ONU), en 2022 se generaron en el mundo 62 millones de toneladas de residuos electrónicos, una cifra récord de la que sólo el 22 % fueron recogidos y reciclados.
La producción de basura electrónica aumenta cinco veces más deprisa que su reciclaje, alertó el informe, que señalaba que, si no se toman medidas, la cantidad de estos residuos podría aumentar más de un 33 % de aquí a 2030.

Metales críticos
El reciclaje de la basura electrónica no sólo reduciría su impacto medioambiental, también permitiría aprovechar materiales en un momento en el que los metales críticos se han convertido en una cuestión geoestratégica.
"Estamos ante una materia prima muy importante en cuanto a fuente de metales que se pueden recuperar", asegura a EFE Félix Antonio López, investigador del Centro Nacional de Investigaciones Metalúrgicas del CSIC, en España, que señala que se pueden aprovechar materiales como cobre, estaño, plata, oro, paladio o incluso níquel.
La Unión Europea está fomentando el estudio de los yacimientos mineros del continente en busca de tierras raras y otros materiales críticos, pero López defiende que esa apuesta debe ir acompañada de "políticas claras que favorezcan e incluso impongan" el reciclado de estos materiales al final de su ciclo de vida.
"De otro modo, difícilmente vamos a minimizar esa dependencia que tenemos en este momento de otros países", alerta el investigador del CSIC, donde acaban de instalar una planta piloto "única en Europa" para recuperar metales de residuos electrónicos y fabricar aleaciones de alto valor, en el marco del proyecto RC-Metals.
Esta planta es un "embrión" del proyecto CirCular que la empresa Atlantic Copper está desarrollando en Huelva para recuperar metales a partir de residuos electrónicos, declarado estratégico por la Comisión Europea.
RC-Metals permitirá desarrollar nuevas líneas de investigación "porque la chatarra electrónica moderna tiene metales que no había en las más antiguas", como las famosas tierras raras, explica el investigador del CSIC.
Una de las empresas que se dedica al reciclaje de residuos electrónicos es Movilex, que opera en España, Portugal y Latinoamérica.
Los aparatos llegan a las plantas de Movilex procedentes de puntos limpios, empresas u otros orígenes, son clasificados, descontaminados -para extraer componentes peligrosos- y después se inicia el proceso de valorización, para extraer sus metales pero también otros materiales como plástico.

En busca de chips más longevos
"En muchos aparatos llegamos al 99 % de reciclabilidad. Hay un sector donde realmente somos muy punteros y muy competitivos", señala a EFE el CEO de Movilex, Luis García-Torremocha, cuya empresa también tiene una línea de negocio dedicada a refinar los metales recuperados.
El empresario considera que "todavía queda mucho por desarrollar a nivel normativo y, sobre todo, de conseguir llegar a unas tasas de reciclaje bastante elevadas" en la industria de la electrónica, que además del beneficio medioambiental, generarían riqueza y puestos de empleo.
Pero más allá de apostar por la circularidad, la profesora Valdivia insiste también en que hay que fomentar que la vida útil de los chips se alargue y que empresas que los diseñan, como Nvidia, inviertan en ello.
Y también llama a "parar" el boom de la construcción de centros de datos y de introducir la IA en cualquier aspecto de la vida.
"Hay que poner una pausa, sentarnos y pensar como sociedad qué tipo de tecnología queremos y qué tipo de infraestructura nos beneficia a nivel comunitario", concluye la investigadora de Oxford, que defiende abordar la IA desde una "perspectiva crítica" y estudiar su impacto medioambiental.
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Incendios Forestales. La increíble cifra de personas afectadas

 


Más de mil millones de personas estuvieron expuestas a alta contaminación por incendios forestales de 2003 a 2022

Fecha de Publicación
: 17/05/2025
Fuente: Agencia SINC
País/Región: Internacional


Estos fenómenos se han vuelto más frecuentes y severos, y se ha comprobado que las partículas finas generadas en ellos perjudican a la salud. Según un nuevo estudio, 1 009 millones de personas al año, al menos durante un día, se expusieron a alta contaminación interior por incendios forestales en las últimas dos décadas.
Más de mil millones de personas al año, entre 2003 y 2022, respiraron aire contaminado por incendios forestales dentro de sus casas. Estas partículas, de menos de 2,5 micrómetros o menos (las llamadas PM2.5), pueden penetrar en los pulmones y están vinculadas a graves problemas de salud.
Aunque los purificadores de aire con filtros son una forma eficaz de reducir la exposición dentro de casa, su uso implica un coste económico considerable, especialmente en regiones con menos recursos.
“Aplicamos un enfoque de aprendizaje automático para modelar la tasa de intercambio de aire en diferentes países y regiones basándonos en los datos disponibles recopilados”, dice a SINC Bin Zhao, científico coautor del estudio en la Universidad Tsinghua en Pekín (China). El trabajo se publica la revista Science Advances.
El estudio también muestra que la exposición no afecta a todos por igual. Las simulaciones, que incluyeron tres escenarios distintos de implementación global de purificadores de aire, revelaron grandes disparidades geográficas y socioeconómicas tanto en la exposición como en el coste de la purificación. África Central, por ejemplo, registró la mayor concentración anual de partículas finas por incendios en interiores, ponderada por población.

Carga económica desproporcionada
Para estimar el coste de la purificación, el equipo modeló tres escenarios: reducir los niveles de PM2.5 en interiores a 25, 15 y 5 microgramos por metro cúbico, respectivamente. En todos los casos, los países de bajos ingresos enfrentan una carga económica desproporcionada para lograr una calidad del aire aceptable.
 “La distribución desigual de los recursos, resultante de las disparidades socioeconómicas, tiene el potencial de exacerbar la injusticia global, al exponer a aquellos que no pueden pagar el costo de los purificadores de aire a mayores riesgos para la salud”, advierte Dongjia Han, que lidera el trabajo en la universidad china.
“Los purificadores analizados en este estudio son los que utilizan medios filtrantes, y este tipo de purificador es el más utilizado. Puede adquirirse en plataformas de compra en línea populares en todo el mundo”, añade Zhao.
Los investigadores utilizaron herramientas de modelado y aprendizaje automático para trazar mapas de concentración de partículas a alta resolución en todo el mundo, y estimaron tasas de ventilación en distintos países a partir de datos existentes.
“En mi opinión, el uso de mascarillas puede ser alternativo y eficaz para defenderse de la inhalación de humo peligroso procedente de incendios forestales. Sin embargo, para algunas poblaciones susceptibles como ancianos y niños, el uso de máscaras puede causar molestias debido a la resistencia respiratoria adicional”, continúa investigador.
El trabajo, además de ofrecer cifras preocupantes, pone sobre la mesa la urgencia de políticas públicas que promuevan el acceso equitativo a tecnologías de purificación del aire. Tal como concluyen otros expertos en un artículo que acompaña al trabajo, estos estudios pueden ser clave para diseñar intervenciones que protejan especialmente a las poblaciones más vulnerables.
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Apenas se reutilzan menos del 7% de los materiales

 


Solo un 6,9% de los materiales se reutiliza (y la tendencia es cada vez más baja)

Fecha de Publicación
: 16/05/2025
Fuente: Portal Climática
País/Región: Internacional


De los 106.100 millones de toneladas de materiales que utiliza anualmente la economía mundial, el 38% proviene de materiales "vírgenes", según un informe sobre economía circular.
En noviembre de 2023, muchos medios titularon con una pregunta de la reina Letizia en un foro sobre Lengua y Periodismo: ¿Qué es el decrecimiento? Aunque sabemos que habitamos en un planeta finito, con recursos limitados, vivimos como si pudiéramos crecer de manera indefinida. Son muchos los datos que muestran esa realidad. Por ejemplo, este: solo un 6,9% de los materiales que utiliza anualmente la economía global proviene de fuentes recicladas, según el último informe que mide la brecha de circularidad a nivel global, presentado en el Foro Mundial de Economía de Economía Circular, inaugurado este martes en São Paulo.
La última edición del informe, bautizado CGR por sus siglas en inglés, arroja cifras que muestran que existe una tendencia a la baja en lo que respecta a la reutilización de los materiales, cuyo porcentaje alcanzaba el 9,1% en 2018, cuando comenzaron las mediciones.
Ese 6,9%, que reúne biomasa, materiales metálicos y no metálicos, y combustibles fósiles, es “muy desalentador pero presenta un reto”, ha declarado en la presentación Matthew Fraser, director de la Fundación Circle Economy. Fraser ha aclarado que lo “frustrante” es ver que no existen «metas globales» y que no se le dé atención suficiente a la gestión de materiales, lo que explica que año a año el porcentaje caiga.
De los 106.100 millones de toneladas de materiales que utiliza anualmente la economía mundial, el 38% proviene de materiales denominados «vírgenes», es decir, extraídos directamente de la naturaleza.
Esta dimensión de materiales utilizada anualmente no condice con el crecimiento de la población mundial, lo que demuestra que lo que ha aumentado es el consumo per cápita, impulsado por la urbanización, el crecimiento del PIB y el aumento de la riqueza.
Las cifras ponen de manifiesto la necesidad de fomentar la economía circular, ya sea a través de políticas públicas por parte de los gobiernos o a partir de iniciativas empresariales, porque no será posible resolver la crisis climática “simplemente reciclando”, ha dicho Fraser.
Asimismo, la economía circular presenta sus propios límites, ya que si se reciclara todo lo posible, sin reducir el consumo, la circularidad global podría aumentar del 6,9% solo hasta un 25%. A pesar de los progresos alcanzados en los últimos años, el informe señala que sin una acción “acelerada”, los ecosistemas podrían tener dificultades para sostener a las industrias y comunidades que dependen de ellos.
El principal problema gira en torno a los combustibles fósiles, que siguen siendo la fuente de energía dominante en la actualidad, representando el 82% del suministro total de energía primaria, de acuerdo con los datos de la fundación.
Actualmente, el 13,3% de los materiales que ingresan en la economía son combustibles fósiles que se queman para generar energía, el principal factor del cambio climático.
Para esto, el documento pide plantear “objetivos globales sólidos” en lo que respecta a la gestión de los recursos globales y a las tendencias de uso de materiales a nivel mundial.
El informe reconoce que los gobiernos tienen un rol preponderante a la hora de plantear políticas “inteligentes” a través de subsidios, incentivos o fondos públicos.
No obstante, plantea que las empresas “no deberían esperar” a las políticas públicas, sino adelantarse y adoptar prácticas circulares que le permitan obtener ventajas competitivas, “desbloquear nuevas fuentes de ingresos” y además, protegerse contra la escasez de recursos y la volatilidad del mercado a consecuencia de ello.
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La pérdida de hielo impulsa la extinción de especies

 


El retroceso de los glaciares acelera la extinción de especies

Fecha de Publicación
: 16/05/2025
Fuente: El Debate (España)
País/Región: Internacional


La pérdida de hielo impulsa cambios significativos tanto en la superficie glaciar como en los ecosistemas recién expuestos, ya sean terrestres o marinos
Un nuevo estudio ha revelado que el retroceso de los glaciares amenaza gravemente la biodiversidad mundial, al provocar la desaparición de hábitats esenciales para miles de especies adaptadas exclusivamente a estos ecosistemas. La investigación, publicada en Nature Reviews Biodiversity, ofrece una visión global sobre las consecuencias ecológicas del deshielo glaciar y ha sido elaborada por científicos de instituciones de renombre como la Universidad de Wollongong, el British Antarctic Survey, la Universidad de Cambridge o la Universidad de Milán.
El análisis se basa en más de 160 estudios centrados en el impacto del retroceso glaciar sobre el hielo, el agua y la tierra, y concluye que esta transformación está alterando drásticamente la estructura y función de los ecosistemas. Como explica la profesora Sharon Robinson, autora colaboradora y miembro de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Wollongong, «los glaciares son una de las herramientas más valiosas que tenemos para comprender la salud de nuestro planeta, especialmente ante el calentamiento global».

Ecosistemas en riesgo
Los glaciares albergan formas de vida únicas y son esenciales para el mantenimiento de numerosos ecosistemas. Desde microorganismos hasta vertebrados, miles de especies han evolucionado para adaptarse a las condiciones extremas de estos entornos. Sin embargo, el calentamiento global está acelerando su desaparición, con previsiones que estiman la pérdida de un tercio de su masa total para el año 2050. Esta transformación no solo amenaza la biodiversidad, sino también el equilibrio de procesos ecológicos fundamentales.
El retroceso del hielo impulsa cambios significativos tanto en la superficie glaciar como en los ecosistemas recién expuestos, ya sean terrestres o marinos. La escorrentía generada por el deshielo rápido pone en tensión los ecosistemas adyacentes y compromete la seguridad hídrica de poblaciones humanas, vegetales y animales. Además, se ha vinculado esta escorrentía con alteraciones en las corrientes oceánicas, patrones meteorológicos extremos y el colapso de pesquerías a nivel mundial.

Pérdida de biodiversidad y funciones ecosistémicas
La desaparición progresiva de los glaciares desencadena una cascada de efectos en las especies y nutrientes que dependen de estos hábitats. Aunque los nuevos paisajes glaciares permiten la colonización de especies pioneras, el ecosistema resultante suele favorecer a especies generalistas que desplazan a las especializadas, lo que conlleva una pérdida neta de biodiversidad.
Este proceso afecta directamente al suministro de agua dulce –los glaciares almacenan el 75 % de la reserva mundial–, así como a las zonas de alimentación y reproducción de numerosas especies acuáticas. Según advierte Robinson, esta dinámica podría generar extinciones locales y alterar de forma irreversible las funciones ecológicas que desempeñan los glaciares.
La investigación resalta la necesidad urgente de comprender mejor cómo evolucionan los ecosistemas tras el retroceso glaciar. Este conocimiento permitiría anticipar los impactos sobre la biodiversidad y diseñar estrategias de conservación eficaces. «Necesitamos comprender los impactos para poder fundamentar las prácticas y políticas de gestión y conservación, que podrían mitigar los devastadores cambios que se están produciendo en el paisaje glaciar», subraya Robinson.
En este contexto, la ONU ha declarado 2025 como el Año Internacional de la Preservación de los Glaciares. Esta iniciativa pretende sensibilizar sobre el papel crucial que desempeñan los glaciares en el sistema climático global y en el ciclo del agua, así como sobre las implicaciones sociales, económicas y medioambientales de su retroceso.
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Aumenta el interés por el canje deuda por naturaleza

 


Se dispara el interés por la reestructuración de deuda a cambio de naturaleza

Fecha de Publicación
: 16/05/2025
Fuente: Agencia EFE Verde
País/Región: Internacional


El interés por participar en operaciones de reestructuración de deuda soberana a cambio de que los países se comprometan a llevar a cabo proyectos de recuperación y conservación de la naturaleza se ha disparado, según The Nature Conservancy (TNC), que busca ampliar este instrumento a municipios o empresas privadas.
Hasta la fecha, TNC ha gestionado seis de las nueve operaciones de reestructuración de deuda soberana a cambio de naturaleza que se han desarrollado en el mundo, en  concreto en Sychelles (22 millones de dólares), Belize (180), Barbados (150), Gabón (500), Bahamas (300) y Ecuador (1.500) dondose se desbloquearán más de 1.000 millones para la conservación de ecosistemas terrestres y marinos en 20 años.
"Hace 5 años, cuando empecé, este mercado no existía. Ibas a un banco a decir tenemos este concepto y te cerraban la puerta. Sin embargo, hoy en día, tienes que cerrarles tú la puerta a ellos", ha asegurado a EFEverde el director de Deuda Sostenible de TNC, Daniel Ballesta.

Ayudar a cumplir objetivos ambientales
El principal objetivo es ayudar a los países emergentes o en desarrollo a cumplir sus compromisos en clima y biodiversidad aunando, en una sola operación, asistencia técnica y movilización de recursos financieros.
Estos países suelen compartir un mismo problema: tienen grandes ambiciones pero muy pocos recursos financieros disponibles para poder convertirlos en realidad debido, principalmente, a los elevados intereses que pagan por su deuda.
Así, por ejemplo, mientras España está pagando por su bono a 10 años poco más de un 3 %, "en países con los que trabajamos, el tipo de interés está en el 8, 9 o 10 %" y algunos no tienen ni siquiera acceso al mercado de capitales, ha explicado Ballesta.
Gracias al programa Bonos por Naturaleza de TNC y a las garantías que aportan ellos mismos, otras ONGs, entidades internacionales (como los bancos multilaterales y bancos de desarrollo nacionales) y capital filantrópico, están recomprando y reestructurando esa deuda rebajando su coste en varios puntos básicos, por ejemplo, del 10 al 6 %.
Esa diferencia se invierte en un programa de conservación diseñado por TNC con el gobierno de turno en base a dos elementos fundamentales: una hoja de ruta con hitos que se deben cumplir y la constitución de un fondo de conservación independiente, que es el que va a recibir, gestionar y distribuir el dinero.

El inversor puede ver el impacto de sus fondos
El objetivo ahora es desarrollar este concepto para escalarlo y poder replicarlo en cuantos más países y ecosistemas mejor, ha apuntado Ballesta, que ha marcado entre las prioridades extenderlo a África y Asia.
En países donde no hemos podido trabajar con una agencia de desarrollo en particular "hemos tocado al sector privado y hemos visto que hay bastante apetito" porque, en su opinión, muchos inversores y donantes tienen ahora mucho interés en ver el impacto real de los fondos que aportan.
"Las conversiones de deuda vienen acompañadas de un proyecto de conservación muy específico y eso les ayuda a entender ese impacto final", el reto está ahora en conectar ese capital privado con los proyectos que realmente quieren financiar, porque no todos están interesados en los mismos ecosistemas.

Montreal, un punto de inflexión
El Acuerdo sobre Biodiversidad de Montreal (2022) ha supuesto un punto de inflexión a la hora de invertir en naturaleza, como en su día lo fue el Acuerdo de Paría en lo que respecta a clima, porque puso objetivos sobre la mesa para detener y retener la pérdida de biodiversidad a 2030.
La conversión de deuda por naturaleza es todo beneficios, según Ballesta, para quien no hay ningún otro instrumento que permita a un país emergente acceder a financiación para cumplir los objetivos ambientales sin incrementar su deuda, algo fundamental para ellos, que en muchos de los casos no pueden endeudarse más.
Gracias a este tipo de operaciones financieras, pueden destinar el dinero que antes pagan en concepto de intereses y que salía del país a unos ecosistemas básicos para su economía, como, por ejemplo, ha sido el caso de Ecuador y la Amazonía.
En paralelo, no cuesta dinero al contribuyente estadounidense o europeo, como si ocurre en otros casos, como la condonación bilateral de deuda, lo que en el actual contexto es muy importante.
Dado el interés que han detectado, TNC ha empezado a trabajar en extender este concepto, ahora limitado a deuda soberana, a administraciones subnacionales (municipios, provincias, etc) e incluso a compañías privadas.
Muchas empresas quiere ser neto cero y reducir su huella ambiental pero, en múltiples ocasiones, les falta financiación porque ya soportan un alto coste por su deuda, ha apuntado.
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Controversia en la UE por una lista de países deforestadores

 


La Unión Europea elaboró una lista de países en riesgo de deforestación y la clasificación genera polémica

Fecha de Publicación
: 15/05/2025
Fuente: El Observador (uruguay)
País/Región: Internacional - Unión Europea


La clasificación de la Unión Europea forma parte del reglamento sobre deforestación que se aplicará a partir del 30 de diciembre de 2025
La Unión Europea (UE) preparó una lista conformada por países más o menos sensibles en materia de deforestación -bajo riesgo para Estados Unidos, estándar para Brasil y alto para Rusia-, provocando críticas de ecologistas durante este martes 13 de mayo.
Aún no publicada, esta lista forma parte del reglamento sobre deforestación que se aplicará a partir del 30 de diciembre de 2025, con el objetivo de prohibir la comercialización en Europa de productos procedentes de tierras deforestadas después del año 2020.

Normas y controles más o menos exigentes
Las normas de trazabilidad para las empresas importadoras, así como los controles, serán más o menos exigentes según la categoría de riesgo asignada a cada país.
Según varias fuentes europeas, los 27 Estados miembros validaron el lunes una lista que considera a todos los países europeos, así como a China y Estados Unidos, como países de bajo riesgo.

Brasil: riesgo estándar
Por su parte Brasil e Indonesia serían considerados países de riesgo estándar.
Y los países clasificados como de mayor riesgo serían Rusia, Bielorrusia, Corea del Norte y Birmania, por razones políticas.
La ONG Global Witness lamentó este martes que Brasil no fuese clasificado como de alto riesgo, dado que "la crisis de la deforestación afecta a bosques esenciales para el clima en la Amazonía".
La eurodiputada ecologista francesa Marie Toussaint se declaró "sorprendida por la clasificación de Estados Unidos, Indonesia o Brasil". "Esperaremos a ver los criterios y si son objetivos", señaló la legisladora francesa.
Bruselas debe publicar esta lista en las próximas semanas.

Presiones de EEUU, Brasil y Alemania
La Unión Europea ya había aplazado un año —de finales de 2024 a finales de 2025— la entrada en vigor de esta ley, debido a presiones de Brasil, Estados Unidos e incluso Alemania.
Con esta normativa las empresas importadoras de productos como cacao, café, soja, aceite de palma o madera deberán demostrar la trazabilidad mediante datos de geolocalización proporcionados por los agricultores, complementados con imágenes satelitales.
Esta nueva reglamentación provoca una fuerte oposición de los sectores empresariales del agronegocio y de numerosos países africanos, asiáticos y sudamericanos, preocupados por los costos adicionales que implicará para agricultores, ganaderos y explotadores forestales.
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La crisis climática afecta cada vez más a los países africanos

 


OMM: Los fenómenos meteorológicos castigaron a África y trastornaron su desarrollo en 2024

Fecha de Publicación: 15/05/2025
Fuente: Agencia EFE
País/Región: Internacional


Los fenómenos meteorológicos extremos y del cambio climático castigaron "severamente" a África en 2024 y trastornaron su desarrollo socioeconómico exacerbando el hambre, la inseguridad y los desplazamientos, informó este lunes la Organización Meteorológica Mundial (OMM) de la ONU.
La OMM llegó a esa conclusión en su "Informe sobre el estado del clima en África en 2024", presentado en la capital de Etiopía, Adís Abeba.
Según el documento, el año pasado fue el más cálido o el segundo más cálido del que se tiene constancia -en función del conjunto de datos empleado-, y la última década ha sido la más cálida jamás registrada en África.
Asimismo, las temperaturas de la superficie del mar alrededor del conjunto del continente batieron récords, y el calentamiento fue particularmente rápido en el océano Atlántico y el mar Mediterráneo.
De acuerdo con el informe, la superficie afectada por olas de calor marinas fue la más amplia desde que comenzaron las mediciones en 1993.
Lluvias excepcionalmente intensas e inundaciones devastadoras azotaron en 2024 a diversas zonas de África, "causando numerosas muertes, desplazamientos y daños a la infraestructura", subrayó la OMM.
En África occidental y central, las lluvias torrenciales afectaron a millones de personas, siendo Nigeria, Níger, Chad, Camerún y la República Centroafricana los países más golpeados.

Fenómenos
Dos fenómenos, el Niño de 2023 y el Dipolo del océano Índico del mismo año, ambas extendidos hasta principios de 2024, desempeñaron un papel importante en los patrones climáticos extremos observados en 2024 en el continente.
Así, la sequía prolongada en África austral provocó "pérdidas generalizadas de cosechas, inseguridad alimentaria e importantes desafíos humanitarios y ambientales", destacó la agencia de la ONU.
Los niveles muy bajos de agua en el lago Kariba, el lago artificial más grande del mundo, provocaron graves cortes de electricidad en Zambia y Zimbabue, lo que redujo drásticamente la generación de energía hidroeléctrica, desencadenó apagones prolongados y perturbaciones económicas.
El informe evidencia "las realidades derivadas del cambio climático en todo el continente, su agravamiento y la urgencia con la que debe actuarse al respecto", afirmó la secretaria general de la OMM, Celeste Saulo.
"También muestra la clara distribución de los fenómenos meteorológicos extremos, según la cual algunos países lidian con inundaciones excepcionales fruto de lluvias excesivas mientras que otros soportan pertinaces episodios de sequía y escasez de agua", agregó Saulo.
Pese a estos desafíos, la inteligencia artificial, las herramientas de comunicación móvil y los modelos avanzados de predicción meteorológica están potenciando la exactitud y el alcance de los servicios meteorológicos en África, según la OMM.
Sin embargo, matizó, para que la transformación digital siga avanzando se requiere "una mayor inversión en infraestructura, marcos más sólidos de intercambio de datos y una prestación de servicios más inclusiva".
La agencia de la ONU concluyó que "hay que ser más conscientes de la urgencia de la situación para mejorar los sistemas de alerta temprana y potenciar la resiliencia y la adaptación climáticas", e instó a los gobiernos y al sector privado a acelerar las "inversiones racionales desde un punto de vista climático".
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Vuelve a crecer la deforestación Amazónica

 


Deforestación amazónica creció 55% en un año

Fecha de Publicación: 14/05/2025
Fuente: Agencia Ansa
País/Región: Brasil


Preocupa la llegada de la sequía.
El Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE) de Brasil registró un aumento del 55% en la deforestación de la selva amazónica en abril, en comparación con el mismo mes del año pasado.
Según la agencia vinculada al Ministerio de Ciencia y Tecnología, las señales de alerta fueron recogidas el mes pasado, y cubren un área total de 270 kilómetros cuadrados.
En el período comprendido entre agosto de 2024 y abril de 2025, el INPE registró una disminución del 5% en las alarmas, mientras que en los primeros cuatro meses del año la disminución fue de apenas el 1% anual.
Según los investigadores, estos son datos preocupantes, ya que muestran un agravamiento incluso antes del inicio de la época seca en la que aumenta la deforestación debido al fenómeno de los incendios provocados por delincuentes en toda la región amazónica con fines económicos de explotación de recursos naturales.
Tras el número récord de incendios del año pasado, el gobierno adoptó medidas extraordinarias y creó un comité de crisis para supervisar la situación.
Según Thais Bannwart, portavoz de Greenpeace Brasil, las cifras muestran que "las políticas de control de la deforestación son eficaces, pero por sí solas no garantizarán el logro del objetivo gubernamental de deforestación cero" para 2030.
Por ello, añadió en una entrevista periodística, "es importante que otras acciones con efectos duraderos avancen con mayor rapidez para frenar la deforestación".
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Los nanoplásticos también suman otros problemas

 


Los nanoplásticos comunes actúan como "caballos de Troya" albergando metales pesados y haciéndolos más peligrosos

Fecha de Publicación
: 14/05/2025
Fuente: MeteoRed
País/Región: Internacional


Un grupo de científicos han revelado que los efectos de las peligrosas nanopartículas de plásticos se ven amplificados aún más por su capacidad de interactuar con diversos contaminantes ambientales tóxicos, como los metales pesados ( manganeso, cobalto, zinc, cadmio y plomo, entre otros).
Cada año se producen alrededor de 460 millones de toneladas métricas de plástico en todo el mundo, de las cuales un asombroso 91 % de los residuos plásticos nunca se recicla: el 12 % se incinera y el 79 % termina en vertederos y océanos y permanece en nuestro medio ambiente.

¿Qué son los nanoplásticos y cuáles son sus efectos?
La exposición a diversos elementos provoca la descomposición de los plásticos en microplásticos (<5 mm) y nanoplásticos (<1000 nm). Existe una creciente preocupación por la salud pública, ya que estos nanoplásticos (NP) penetran en el cuerpo humano a través del aire, el agua, los alimentos y el contacto con la piel.
Un estudio reciente publicado en ACS ES&T Water ha revelado que los efectos ya perjudiciales de las nanopartículas se ven amplificados aún más por su capacidad de interactuar con diversos contaminantes ambientales tóxicos, como los iones de metales pesados.
Investigadores del Instituto de Tecnología de Nueva Jersey descubrieron que las nanopartículas sintetizadas a partir de desechos plásticos del mundo real (compuestos de tereftalato de polietileno (PET), poliestireno (PS) y polipropileno (PP)) pueden adsorber fácilmente iones dañinos de plomo y cadmio y actuar como "caballos de Troya", transportando estos metales a los organismos y aumentando la bioacumulación.
Estudios han demostrado que las nanopartículas (NP) pueden desplazarse por nuestro cuerpo, y su presencia se ha detectado en sangre humana, muestras fecales, pulmones de autopsias, semen e incluso placentas humanas. Cuando el sistema inmunitario intenta eliminar estas partículas artificiales, aumenta el riesgo de neoplasia (crecimiento anormal e incontrolado de células o tejidos) e inflamación persistente.
Además, su gran superficie facilita que las nanopartículas adsorban metales pesados como plomo, cadmio, mercurio y arsénico de su entorno. Una vez absorbidos, estos metales pesados se dispersan a través de las nanopartículas, lo que aumenta su biodisponibilidad (los organismos los absorben con mayor facilidad), lo que agrava los posibles riesgos para la salud.
La mayoría de los estudios que evalúan el efecto de las nanopartículas utilizan nanopartículas de poliestireno uniformes producidas comercialmente y no nanopartículas reales, que suelen tener un tamaño irregular. Las investigaciones han demostrado que el tamaño y la forma de las nanopartículas influyen decisivamente en las propiedades fisicoquímicas y la toxicidad de los fragmentos de plástico.
Para este estudio, el equipo recolectó residuos plásticos de la basura, incluyendo botellas de agua de PET, cajas de dulces de PS y recipientes de comida para llevar de PP. Posteriormente, utilizando sal gruesa como medio de molienda, los investigadores pudieron producir nanopartículas a partir de residuos reales sin ningún otro producto químico.
El equipo llevó a cabo dispersión de luz dinámica, microscopía electrónica y espectroscopia que revelaron que las nanopartículas generadas mediante el método de molienda de sal tenían formas irregulares y tamaños de partículas inferiores a 200 nm, un buen indicador de las nanopartículas que se encuentran en el medio ambiente.
Las nanopartículas sintetizadas mostraron una capacidad significativa de adsorción de iones de metales pesados (MH), incluyendo cationes de manganeso, cobalto, zinc, cadmio y plomo. El PP mostró la mayor capacidad de adsorción entre los tres plásticos, adsorbiendo más del 99 % de Pb₂ + en tan solo cinco minutos de contacto.
Los investigadores enfatizan que sus hallazgos resaltan la necesidad de estudiar las interacciones entre nanoplásticos y iones de metales pesados para comprender mejor su toxicidad e impacto ambiental, y para informar estrategias efectivas para mitigar la contaminación por nanoplásticos.
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El neocolonialismo de la ropa desechable

 


La moda que envenena el planeta

Fecha de Publicación: 14/05/2025
Fuente: Portal Rebelión
País/Región: Internacional


Cada segundo, un camión de basura exclusivamente de ropa va a parar a un vertedero o se incinera en algún lugar del planeta. La moda rápida atenta contra el medioambiente y afecta las condiciones sociales de los trabajadores.
La producción textil ha venido cambiando su lógica y ha pasado de las fibras naturales a la generalización del empleo de productos sintéticos. En paralelo, el taller local con reglas proteccionistas ha abierto paso a la deslocalización y los grandes centros textiles -muchas veces maquilas en zonas francas- donde predomina la velocidad de la producción y la voracidad de la distribución.
En este contexto, se viene imponiendo la industria de la moda rápida o fast fashion, que significa, tendencialmente, mayor número de colecciones anuales, precios bajos, calidad desmejorada y duración cada vez menor de la vida de cada prenda. Como corolario directo: la acelerada sobreproducción y el consumo desmedido de las vestimentas. No es difícil encontrar tiendas en las distintas ciudades europeas donde se puede comprar un vestido de mujer, un pantalón de hombre o camisas juveniles casi el mismo precio que un café con un croissant en un bar.
Este aumento descontrolado de la producción y la distribución textil, por otra parte, promueve un mercado de ropa de segunda mano cada vez más activo. Con un volumen que en 2021 ya representaba más de 9.300 millones de dólares a nivel internacional, creció un 10,3% anual las últimas tres décadas, pasando de 541.000 toneladas en 1992 a casi 3.6 millones de toneladas en 2021. La Unión Europea, el Reino Unido, China y los Estados Unidos son los principales centros exportadores, en tanto que numerosos países del Sur Global, entre ellos Pakistán, Kenia, Chile y Guatemala (los dos latinoamericanos más importadores), son las naciones destinatarias de este mercado de segunda mano. (https://unece.org/sites/default/files/2024-12/ECE_TRADE_484E.pdf).

Moda vs. medioambiente
La industria de la moda es hoy una de las actividades más contaminantes del mundo, responsable de hasta el 8% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero. Según un reciente artículo de las Naciones Unidas, esta industria consume la astronómica cifra de 215 billones de litros anuales de agua, equivalente a 86 millones de piscinas olímpicas. Emplea, además, miles de productos químicos, muchos de ellos nocivos para la salud humana y los ecosistemas. A pesar de este impacto preocupante, la ropa se produce y se descarta a un ritmo sin precedentes, resultado de modelos de negocio que priorizan la rapidez y lo desechable en lugar de la sostenibilidad. La moda, afirma este artículo, representa una industria en la que las tendencias cambian rápidamente y las prendas suelen desecharse después de haberse usado un puñado de veces. Los expertos calculan que, si se duplicara la vida útil de la ropa, se podría lograr una reducción significativa de un 44% en las emisiones de gases de efecto invernadero.
Para visualizar la dimensión de los desechos mundiales en toda su magnitud – de los cuales textiles y plásticos ocupan un lugar especial-, el artículo subraya que “los seres humanos generamos en todo el mundo más de 2.000 millones de toneladas de residuos al año”, suficientes como para darle 25 vueltas al planeta si los mismos se empaquetaran en contenedores de transporte estándar. Por supuesto, contaminando la tierra, el aire y el agua y afectando de manera desproporcionada a las comunidades más pobres. Más de 1.000 millones de personas viven en barrios marginales o asentamientos informales que carecen de una gestión adecuada de los residuos, lo que conlleva graves riesgos para la salud. Los vertidos no regulados y las malas prácticas de eliminación de residuos agravan la contaminación y la pérdida de biodiversidad en todo el mundo (https://news.un.org/es/story/2025/03/1537631).

Un clamor africano
La noche del 1 al 2 de enero de 2025, un incendio destruyó el 65% de la superficie del mercado Kantamanto en Accra, la capital de Ghana, lo que equivale a la superficie de entre seis y ocho estadios de fútbol. Alrededor de 3.000 puestos de vendedores ardieron por completo y cientos de toneladas de ropa quedaron reducidas a cenizas, afectando a unos 15 mil comerciantes que perdieron sus medios de vida. Kantamanto es el mercado de ropa de segunda mano más grande de África Occidental. Allí se clasifican, reparan y revenden aproximadamente 50 millones de prendas de vestir cada año. Sin embargo, esto representa sólo una pequeña parte de los cientos de millones de prendas que llegan anualmente a ese país.
En una reciente entrevista publicada por la ONG suiza Public Eye (Mirada ciudadana), el empresario ghanés Yayra Agbofah, quien concentra su actividad en el reciclaje y el rediseño de vestimentas y además es el fundador de la asociación local The Revival (Renacimiento), explicó que su país recibe toneladas de textiles de segunda mano del hemisferio norte. Aun cuando esto permite que millones de personas tengan acceso a ropa barata, también significa que esas personas casi nunca compran ropa producida localmente. Por ello, muchas fábricas textiles se han visto obligadas a cerrar sus puertas. Agbofah y su asociación trabajan activamente desde después del incendio en la reconstrucción del mercado Kantamanto.
Por otra parte, según Agbofah, la ropa que no se puede reutilizar -aproximadamente entre el 20 y el 30%- termina obstruyendo ríos y arroyos, contaminando playas o acumulándose en enormes vertederos: “Estas montañas de ropa a veces se incineran ilegalmente, lo que también contamina el aire que respiramos”. Y lo que es peor, lamenta, el Norte todavía cree que tiene derecho a enviar sus residuos textiles al Sur. El Norte promueve ropa de mala calidad con materiales sintéticos como el poliéster, y esas prendas terminan en su país. Agbofah remarca que “ciertas tendencias de consumo, como la sobreproducción, la moda rápida y la producción insostenible tienen consecuencias directas para nosotros aquí en Ghana”; califica la actual realidad como de “colonialismo de residuos” y llama a sus compatriotas a que reduzcan su consumo de ropa producida en Europa, Estados Unidos y Asia, así como a promover el reciclaje.

Mirada crítica y propuestas realizables
Desde hace varios años, Public Eye ha dedicado una parte importante de sus esfuerzos al tema de los productos textiles y en noviembre de 2023 publicó un estudio titulado “En modo avión, Zara alimenta la crisis climática”, que tuvo una repercusión significativa a nivel europeo. “Cada vez más rápido, cada vez más contaminante”, afirma el artículo, “la industria de la moda rápida se centra en tendencias a muy corto plazo y envía toneladas de ropa por avión a todo el mundo”. Debido a su modelo de negocio, el gigante de la moda española Inditex, propietario de la marca Zara, y tiendas online internacionales como Shein, dependen en gran medida del transporte aéreo. Public Eye demandó a la textil española que abandone esta forma de transporte tan perjudicial para el clima. Aunque Inditex afirma haber reducido sus emisiones en otros ámbitos, las del transporte y distribución de mercancías han continuado en aumentar en un 10 % en 2024 (https://www.publiceye.ch/fr/thematiques/industrie-textile/en-mode-avion-zara-attise-la-crise-climatique).
En diciembre del año pasado, Public Eye publicó un nuevo aporte conceptual (“La moda de una sola Tierra”), donde sostiene que este sector de actividad necesita una transformación profunda. El sector de los textiles, de la confección, del cuero y del calzado es uno de los más contaminantes e injustos porque se basa en la explotación generalizada del trabajo mal pagado y de los recursos del planeta. Esta publicación imagina un futuro diferente y trata de alimentar el debate internacional sobre la transformación socioecológica del sector con una propuesta que incluye 33 objetivos concretos (https://www.publiceye.ch/fr/thematiques/industrie-textile/nouveau-rapport-one-earth-fashion).
La segunda semana de mayo, Public Eye acaba de lanzar una petición, esta vez ante el Gobierno helvético, para la creación de un Fondo Suizo de la Moda que obligue a las empresas que comercian ropa a que asuman el costo del daño social y ambiental causado por su modelo comercial. Los promotores de la petición sostienen que Suiza “envía toneladas de ropa de moda rápida al extranjero y hace la vista gorda respecto a su destino final”. Y explican que, “con demasiada frecuencia, [esta ropa] termina sumándose a montañas de basuras textiles en vertederos a cielo abierto o se quema”. Según Public Eye, en Suiza cada persona desecha anualmente once kilos de residuos textiles.
Este Fondo Suizo operaría en tres niveles. Por cada nueva prenda producida, las empresas de moda deberían hacer un aporte al mismo. El modelo empresarial de la moda rápida, basado en la sobreproducción y el sobreconsumo, perdería así su atractivo. Por otra parte, cuanto más duradera fuese la ropa, menor la contribución solicitada. De esta forma, el fondo promovería fuertes incentivos para una moda de calidad, justa y respetuosa del medio ambiente. En tercer lugar, buscaría promover activamente una economía de la moda circular, con un aumento de los bienes de segunda mano, la promoción del reciclaje de calidad y una producción más sostenible (https://www.publiceye.ch/fr/action/sengager/stop-fast-fashion).
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Alarmante contaminación por antibióticos en los ríos

 


La contaminación por antibióticos en ríos amenaza la salud y la vida acuática, según un estudio

Fecha de Publicación
: 13/05/2025
Fuente: La República (España)
País/Región: Internacional


Un estudio liderado por la Universidad McGill, publicado en la revista PNAS Nexus, revela la alarmante realidad de la contaminación por antibióticos en los ríos de todo el mundo. Este análisis es el primero en estimar a gran escala la contaminación de los sistemas fluviales debido al uso humano de antibióticos, un problema que podría tener repercusiones graves tanto para la salud pública como para los ecosistemas acuáticos.
De acuerdo con el estudio, aproximadamente 8,500 toneladas de antibióticos, lo que equivale a casi un tercio del total consumido anualmente, terminan en los ríos cada año, a pesar de que en muchos casos han pasado por sistemas de tratamiento de aguas residuales. Heloisa Ehalt Macedo, autora principal del estudio y postdoctoral en geografía en McGill, señala que aunque las concentraciones individuales de estos residuos son difíciles de detectar, la exposición crónica y acumulativa a estas sustancias representa un riesgo potencial.

Impacto del uso de antibióticos en ríos
El equipo de investigación desarrolló un modelo global validado con datos de campo de casi 900 ubicaciones de ríos. Entre los hallazgos, destaca que la amoxicilina, el antibiótico más utilizado en el mundo, es el más propenso a estar presente en niveles preocupantes, especialmente en el sudeste asiático, donde el aumento en su uso y la limitada capacidad de tratamiento de aguas amplifican el problema.
Bernhard Lehner, profesor de hidrología global en el Departamento de Geografía de McGill y coautor del estudio, aclara que el propósito de la investigación no es advertir sobre el uso de antibióticos, que son esenciales para la salud global, sino resaltar los efectos no intencionados en el medio ambiente acuático y la resistencia a los antibióticos, lo que subraya la necesidad de estrategias de mitigación y gestión.
Es importante señalar que el estudio no incluyó la contaminación por antibióticos procedente de la ganadería o de fábricas farmacéuticas, ambas consideradas fuentes significativas de contaminación ambiental. Jim Nicell, profesor de ingeniería ambiental en McGill y coautor del estudio, enfatiza que la contaminación por antibióticos en ríos derivada únicamente del consumo humano es un problema crítico que podría verse agravado por las fuentes veterinarias o industriales. Por ello, se requieren programas de monitoreo para detectar la contaminación por antibióticos u otros compuestos químicos en los cursos de agua, especialmente en las áreas que el modelo predice como más vulnerables.
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¿El principio del fin del petróleo?

 


El principio del fin del petróleo: el oro negro se bate en retirada

Fecha de Publicación
: 13/05/2025
Fuente: El Confidencial
País/Región: Internacional


El petróleo ya no es lo que era. Todavía es el rey, pero su influencia tiende a decrecer. Un estudio de la Reserva Federal de Nueva York revela que el proceso de sustitución por otras energías está en marcha
Durante décadas, en particular desde los dos choques petroleros de 1973 y 1979 que pusieron a los países consumidores contra las cuerdas, la idea de que algún día el petróleo se acabaría fue un lugar común. No sólo eso, sino que la predicción se completaba con un negro augurio: la oferta de crudo iba a ser insuficiente y los precios, irremediablemente, tenderían a subir en vertical. Una visión, por así decirlo, malthusiana de la historia.
No ha ocurrido eso. Aunque es verdad que en determinados momentos la volatilidad de los precios ha sido extrema —140 dólares el barril promedio de la Opep inmediatamente antes de la crisis financiera de 2008 y apenas 12 dólares en 2020, después de la llegada del covid— ni una ni otra predicción se ha materializado. Por el contrario, lo que sobra hoy en el mercado es petróleo, lo que explica sus bajos precios actuales (alrededor de 60 dólares el tipo Brent).
En términos reales, sin inflación, los precios son hoy más bajos que en 2019, antes del covid. Los precios, incluso, podrían ser menores si no fuera porque el cártel que conforma la OPEP junto a sus aliados no estuviera restringiendo la oferta para estabilizarlos. Se estima, según la Administración de Información Energética de EEUU, que en la actualidad la capacidad de producción excedente se sitúa en torno a cuatro millones de barriles diarios.
El escenario base con el que cuenta la Agencia Internacional de la Energía (AIE) prevé que el consumo mundial de petróleo alcance su punto máximo en 2030 y caiga aproximadamente un 2% por debajo de los niveles actuales para 2035. No es la única previsión. El escenario base de British Petroleum (BP) también estima que el consumo mundial se estabilice alrededor de 2030 y disminuya para 2035.

La pérdida de hegemonía
Las perspectivas han cambiado tanto que incluso hoy se baraja la idea de que la hegemonía del petróleo como combustible del transporte toque a su fin. No de una manera súbita, inmediata, sino a largo plazo, pero con una indudable tendencia a la baja. Es decir, justo lo contrario de lo que se temía hace una docena de años, cuando una revista tan prestigiosa como Nature aseguró que la producción de petróleo era “inelástica” y sería “incapaz de responder a la creciente demanda”. En resumen, —venía a decir la publicación—, el pico del petróleo estaba a la vuelta de la esquina. Lo que los autores no apreciaron del todo, sin embargo, fue que la revolución del ‘fracking’ en EEUU ya estaba en marcha.
Un reciente informe de la Reserva Federal de Nueva York, que históricamente ha prestado mucha atención a los precios de las materias primas, lo acredita. Según los autores del estudio, Matthew Higgins y Thomas Klitgaard, quienes defendían la tesis del pico de oferta —es decir, que la producción se estancaría— “resultaron estar equivocados” dada la introducción del ‘fracking’ y otros nuevos métodos de extracción. Ahora, por el contrario, recuerdan, la idea del pico del petróleo ha regresado, pero a la inversa, con una demanda mundial que tenderá a aplanarse y luego desaparecerá ante el creciente uso de vehículos eléctricos y otras tecnologías bajas en carbono. En definitiva, un menor consumo de petróleo favorecerá precios más bajos y eso conlleva que sea menos rentable la exploración de yacimientos y, por ende, la comercialización del crudo.

Un juego de suma cero
O expresado en otros términos, la llegada del ‘pico de demanda’ —caída del consumo a partir del máximo— convertirá los mercados petroleros mundiales en un juego de suma cero: el crecimiento de la oferta en una región o los nuevos yacimientos presionarán a la baja los precios, mientras que en otras regiones con mayores costes se producirá una expulsión de los productores. La pregunta que se hacen Matthew Higgins y Thomas Klitgaard, los autores del estudio de la Fed de Nueva York, es cómo se adaptarán los productores estadounidenses —aunque el fenómeno se puede extender a otros territorios— al nuevo entorno de mercado.
Se trata, de hecho, de una cuestión nuclear, ya que los precios muy bajos desincentivan la exploración, la producción y el refino de hidrocarburos. La Reserva Federal de Dallas ha estimado que las empresas estadounidenses necesitan un precio promedio del petróleo WTI de entre 61 y 70 dólares por barril para perforar un nuevo pozo de forma rentable, dependiendo de la ubicación. No es el caso de otras regiones productoras. Esos costes de equilibrio son más del doble que en Oriente Medio, donde la extracción es sensiblemente menos costosa, independientemente de la calidad del crudo. Esto puede explicar que los flujos de inversión en proyectos de energía limpia se acerquen ya a los 2 billones de dólares anuales, casi el doble de la cantidad combinada gastada en nuevo suministro de petróleo, gas y carbón.
El actual contexto, de hecho, se ha caracterizado por la fortaleza del ‘fracking’, que ha permitido que EE. UU., un país históricamente muy dependiente del exterior en el plano energético, sea hoy autosuficiente. El ‘fracking’ (abreviatura de fracturación hidráulica) no sólo permite producir petróleo, sino que también afecta a lo que se conoce como gas húmedo, es decir, gas natural, etano, propano y butano. Como consecuencia de ello, entre 2012 y 2019 la producción estadounidense aumentó en 8,4 millones de barriles diarios, lo que da un promedio de 1,2 millones al año. De hecho, la producción de EE. UU. representa prácticamente la totalidad de las ganancias en la extracción mundial desde 2012 y, lo que no es menos importante, con una ganancia de productividad extraordinaria (un 52 %) tanto en extracción de gas como de petróleo.
Este aumento de la producción (oferta de crudo) tiene una contraparte. La Reserva Federal pone el acento en que el consumo en los países de la OCDE (los más ricos) se ha frenado en seco, mientras que crece, por el contrario, en los emergentes, cuyo peso en el conjunto del planeta es menor. En concreto, el consumo de petróleo en los países de altos ingresos no ha aumentado desde 2012. Por el contrario, el consumo de petróleo en China aumentó casi cuatro millones de barriles diarios entre 2012 y 2019, pero con un cambio importante: desde 2019 el incremento se ha reducido un 50 %.

Industria vs. servicios
La principal causa del descenso es muy sencilla. En el primer periodo, la economía china creció a tasas superiores al 6-7 %, pero hoy lo está haciendo por debajo del 5 %, lo que supone una contracción importante de la demanda. Entre otras razones, porque China produce bienes manufacturados destinados a la exportación, mientras que las economías más avanzadas son, sin embargo, cada vez más dependientes de los servicios.
O dicho de otra forma, la digitalización y las nuevas formas de trabajo están arrinconando a la industria, que históricamente, junto al transporte, han sido los grandes consumidores. Pero, sobre todo, el proceso de electrificación del transporte, gracias a la existencia de fuentes energéticas alternativas. Los vehículos eléctricos actualmente tienen una participación de alrededor del 20 % en las ventas de automóviles nuevos a nivel mundial, y esta aumenta hasta el 50 % para 2030.
Otros datos de la AIE lo ponen negro sobre blanco. En la última década, el uso de la electricidad creció el doble que la demanda total de energía, mientras que hasta 2035 se espera que crezca seis veces más. Un mundo con menos petróleo está más cerca.
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Relevan las 25 especies de primates más amenazadas

 


Alerta de extinción para las especies de primates más amenazadas

Fecha de Publicación: 12/05/2025
Fuente: Agencia Europa Press
País/Región: Internacional


Un equipo internacional de investigadores especializados ha publicado las 25 especies de primates más amenazadas en Asia, África, Madagascar y Sudamérica para el período 2023-2025.
La publicación enfatiza la urgencia de implementar medidas globales de conservación para salvar una biodiversidad que consideran irremplazable.
"La situación es dramática. Si no actuamos ahora, perderemos algunas de estas especies para siempre", advierte en un comunicado Christian Roos, genetista del Centro Alemán de Primates. "Pero hay esperanza si la ciencia, la política y la sociedad actúan conjuntamente".
El informe, elaborado por destacados primatólogos y conservacionistas, subraya la urgente necesidad de implementar medidas de conservación específicas para prevenir la extinción definitiva de estas especies.
El grupo de expertos, que incluye a miembros de las organizaciones conservacionistas Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y Conservación Internacional (CI), así como de la Sociedad Primatológica Internacional (IPS), concluye que la destrucción del hábitat, la caza, el cambio climático y el comercio ilegal de vida silvestre son las mayores amenazas para los animales.
La especie más amenazada es el orangután de Tapanuli (Pongo tapanuliensis) en Sumatra, del que solo quedan unos 800 ejemplares. Esto lo convierte en la especie de simio más amenazada de todas. Fue descubierto en 2017 por científicos del DPZ, entre otros. La forma de su cráneo, su dentición y sus genes son diferentes a los de otras especies de orangutanes. Esto fue revelado por exhaustivos análisis morfológicos y genéticos de orangutanes, en los que también participó Christian Roos.
Muchos lémures de Madagascar también están en peligro de extinción, incluido el lémur ratón de Madame Berthe (Microcebus berthae). El primate más pequeño del mundo, con un peso de tan solo 30 gramos, fue descubierto en 1993 por científicos del DPZ cerca de la estación de campo en el bosque de Kirindy. Su población ha disminuido significativamente en los últimos tres años.
Esta especie también ha desaparecido de la mayoría de los bosques intactos que quedan, lo que indica consecuencias alarmantes para las posibles medidas de conservación. Este podría ser el primer primate que perdamos para siempre en el siglo XXI, ya que tampoco existen poblaciones cautivas, afirma Peter Kappeler, jefe de la estación de campo en el Bosque de Kirindy.

Medidas para proteger a los primates
El informe insta urgentemente a ampliar las medidas de protección de áreas cruciales y a su aplicación sistemática para preservar permanentemente los hábitats críticos. Al mismo tiempo, enfatiza la importancia de involucrar activamente a las comunidades indígenas y locales y empoderarlas como guardianas de sus propias regiones. También exige una reforma política integral, en particular mediante el endurecimiento de las leyes contra el comercio ilegal de vida silvestre y la deforestación continua.
Finalmente, el informe subraya la urgencia de movilizar suficientes recursos financieros para implementar con éxito programas de conservación a largo plazo.
"Cada especie de primate que perdemos no solo supone una pérdida irreparable para la naturaleza, sino también para los humanos", afirma Roos, "porque los primates no solo son animales fascinantes, sino también especies clave de nuestros ecosistemas". Si una especie clave deja de existir, ninguna otra puede ocupar su nicho ecológico y el ecosistema correspondiente cambia radicalmente.

Los 25 primates más amenazados del mundo
Cada dos años, en la reunión de la Sociedad Primatológica Internacional se anuncian las 25 especies de primates más amenazadas del mundo para concienciar al público sobre la crítica situación de los primates.
Al incluir a los primates en peligro de extinción, los investigadores buscan llamar la atención mundial sobre el destino de nuestros parientes más cercanos y recaudar fondos para la investigación y la conservación. El informe se basa en la experiencia de más de 100 científicos de todo el mundo.
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Gran parte de ciudades de EEUU se están hundiendo

 


Catástrofe en cámara lenta: las 25 mayores ciudades de EEUU se están hundiendo

Fecha de Publicación
: 12/05/2025
Fuente: ABC (España)
País/Región: Estados Unidos


El fenómeno, que se atribuye a la combinación de diferentes factores, puede estar afectando ya a miles de edificios y a millones de personas en todo el país
A principios de abril, un estudio geológico revelaba que la cara inferior de la placa tectónica sobre la que se asienta Norteamérica está 'goteando' hacia el manto terrestre, lo que provoca el lento hundimiento de todo el continente. Un fenómeno geológico que, sin embargo, tardará millones de años en afectar a la superficie.
Pero ahora, un nuevo trabajo llevado a cabo en las 28 mayores ciudades de Estados Unidos confirma que prácticamente todas ellas se están hundiendo, aunque por razones bien distintas. Se trata, de hecho, de un hundimiento mucho más rápido que el lento 'goteo' de roca detectado por el estudio anterior. Un hundimiento que, según explican los investigadores en un artículo recién publicado en 'Nature Cities', podría estar afectando ya a miles de edificios y a millones de personas en todo el país.
El problema ya había sido detectado hace alrededor de un año en distintas ciudades, aunque solo en zonas costeras, donde un terreno cada vez más bajo favorece el paulatino aumento de las inundaciones. Pero las nuevas tecnologías por satélite, que envían señales de radar a la superficie de la Tierra y miden el tiempo que tardan en 'rebotar' y volver a los instrumentos, han permitido a los científicos descubrir que el fenómeno también afecta al interior. De hecho, 25 de las 28 ciudades de Norteamérica con más de 600.000 habitantes experimentan algún grado de 'subsidencia', el término técnico para este hundimiento.
«Al comparar múltiples imágenes de una misma zona tomadas a lo largo del tiempo -explica Manoochehr Shirzaei, coautor del artículo-, podemos detectar movimientos verticales diminutos del suelo, incluso de solo unos milímetros por año. Es como hacer un time-lapse de alta resolución de la superficie de la Tierra y observar cómo se eleva o se hunde con el tiempo».
Para agravar el problema, los datos revelan que el hundimiento de algunas de las ciudades no es uniforme, es decir, que se hunden a diferentes velocidades en distintos puntos, e incluso se elevan en otros, lo que produce tensiones que podrían afectar gravemente a edificios e infraestructuras.

Las ciudades más afectadas
Las ciudades de Fort Worth, Houston y Dallas, todas ellas en Texas, presentan las tasas de subsidencia más elevadas, superando una media de 4 milímetros anuales. Nueva York, Chicago, Columbus, Seattle y Denver también muestran un descenso significativo, superior a los 2 milímetros por año. Especialmente preocupantes son los datos de Houston, donde los investigadores han descubierto que un asombroso 42% de su superficie se está hundiendo a un ritmo superior a los 5 milímetros anuales, mientras que un 12% lo hace a más de 10 milímetros por año. Una diferencia que, en apenas unas décadas, puede tener consecuencias fatales para edificios e infraestructuras.
¿Pero qué es lo que está causando esta situación? Según los investigadores, se trata de un 'mosaico de factores'. De hecho, y a pesar de que la extracción masiva de aguas subterráneas es, en general, la causa principal de este hundimiento, el estudio revela que en algunas ciudades, como Nueva York, Filadelfia y Washington D.C., el fenómeno responde principalmente al llamado 'ajuste isostático glacial'. Un concepto que, aunque complejo, se puede entender si imaginamos la Tierra como un colchón de espuma viscoelástica. Durante la última glaciación, enormes masas de hielo cubrieron estas áreas, ejerciendo una presión inmensa sobre la corteza terrestre y deformándola, igual que lo haría en un colchón alguien muy pesado que se sentara en él. «El peso del hielo -explica Shirzaei- empujó hacia abajo la corteza terrestre, igual que si nos sentáramos en un colchón de espuma con memoria' . Cuando el hielo se derritió hace miles de años, la presión desapareció y el terreno (igual que el colchón) comenzó a elevarse lentamente, recuperando su forma original.
Sin embargo, este 'rebote' no es uniforme. «En algunas áreas -prosigue el científico-, como la costa este y el Medio Oeste de Estados Unidos, el terreno todavía se está hundiendo en lugar de elevarse, porque están cerca de una zona que había sido empujada hacia arriba por el peso del hielo cercano y que ahora se está colapsando». Es como si, al levantarnos del colchón, las zonas adyacentes que se habían elevado ligeramente comenzaran ahora a descender.

Un desastre a cámara lenta
Pero esa no es, ni mucho menos, la única causa detectada. En ciudades como Seattle, Portland y San Francisco es la tectónica de placas, el movimiento constante de las grandes piezas que componen la corteza terrestre, el principal culpable del hundimiento. Estas ciudades, en efecto, se encuentran en zonas sísmicamente activas, donde las placas interactúan unas con otras y se deforman, lo que puede provocar movimientos verticales del terreno.
Por último, también otros factores están contribuyendo al hundimiento en algunas áreas. Un estudio de 2023, por ejemplo, sugirió que el peso combinado de más de un millón de edificios en Nueva York podría estar contribuyendo a su subsidencia. Y otro estudio reciente, en Miami, encontró que la construcción de nuevos edificios muy cerca de otros ya existentes podría estar alterando el subsuelo y provocando el hundimiento de las estructuras. Es como si la constante edificación y el aumento de la masa urbana estuvieran añadiendo una carga adicional al terreno, acelerando su descenso en ciertos puntos. «Necesitamos empezar a tratar la subsidencia como el desastre a cámara lenta que es», advierte Shirzaei.
Los científicos también han descubierto que algunas ciudades, como la ya mencionada Houston, se están hundiendo a ritmos diferentes en distintos puntos, o incluso hundiéndose en algunos lugares y elevándose en otros. Este movimiento desigual, conocido como movimiento diferencial, es especialmente preocupante. En palabras de Shirzaei, «este movimiento desigual crea distorsión angular y tensión, lo que potencialmente puede provocar grietas en paredes y cimientos, ventanas y puertas desalineadas o, peor aún, fallos estructurales».
El estudio estima que alrededor del 1% de la superficie total de las 28 ciudades estudiadas se encuentra en zonas donde el movimiento diferencial podría afectar a edificios, carreteras, líneas ferroviarias y otras estructuras. Aunque este porcentaje pueda parecer pequeño, estas áreas tienden a coincidir con los núcleos urbanos más densos y, juntas, albergan actualmente unos 29.000 edificios. Las ciudades con mayor riesgo en este sentido son San Antonio, donde los investigadores estiman que 1 de cada 45 edificios está en riesgo elevado; Austin (1 de cada 71); Fort Worth (1 de cada 143) y Memphis (1 de cada 167).

Población en peligro
El nuevo estudio revela también que ocho ciudades (Nueva York, Chicago, Los Ángeles, Phoenix, Houston, Filadelfia, San Antonio y Dallas) concentran a más del 60% de la población que vive en terrenos que se están hundiendo. Es significativo que estas mismas ocho ciudades hayan experimentado más de 90 inundaciones importantes desde el año 2000, un fenómeno que probablemente se está viendo favorecido por la disminución de la altitud del terreno debido a la subsidencia. Si el suelo se hunde, en efecto, las zonas costeras y bajas se vuelven más vulnerables a las inundaciones, ya que el agua tiene menos capacidad para drenar y la elevación del terreno respecto al nivel del mar disminuye.
El estudio concluye con una llamada a la acción para que las ciudades utilicen esta nueva información en busca de soluciones. En muchos lugares, las inundaciones podrían mitigarse, según los investigadores, mediante la elevación del terreno, la mejora de los sistemas de drenaje y la infraestructura verde, como los humedales artificiales, para absorber las aguas pluviales. Las ciudades susceptibles al peligro de inclinación podrían, por su parte, centrarse en la rehabilitación de las estructuras existentes, la integración de los movimientos del terreno en los códigos de construcción y la limitación de nuevas construcciones en las áreas más amenazadas.
«En lugar de simplemente decir que es un problema, podemos responder, abordar, mitigar, adaptar -afirma Leonard Ohenhen, autor principal del estudio-. Tenemos que pasar a las soluciones». La comprensión detallada de cómo y dónde se está hundiendo el terreno en las principales ciudades de Estados Unidos es el primer paso para abordar esta 'catástrofe silenciosa' y garantizar la seguridad y la sostenibilidad de las infraestructuras urbanas para las generaciones futuras. Ignorar este fenómeno sería como construir castillos de arena en medio de una marea que sube lentamente, una estrategia destinada al fracaso a largo plazo. La ciencia, una vez más, ha avisado. Habrá que ver si esta vez alguien le hace caso.
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Se conoce apenas el 0,001 % de los fondos marinos profundos

 


Solo hemos visto el 0,001% de los fondos marinos

Fecha de Publicación
: 10/05/2025
Fuente: El País (España)
País/Región: Internacional


¿Se podría saber cómo es este planeta, sus ecosistemas, los seres vivos que lo habitan, sus problemas, estudiando solo la superficie de la isla de Mallorca? Ese es el área de los fondos marinos de los que se tienen imágenes, según un nuevo estudio. Solo una minúscula parte del lecho marino ha sido explorada y grabada con imágenes o vídeos. Además, lo que se sabe está muy sesgado: se pueden contar con los dedos de la mano los países que han enviado misiones a las profundidades, casi siempre de sus propias aguas. Para los científicos, habría que acabar con este desconocimiento antes de plantearse la explotación de los recursos que esconde, como planea ahora la Administración Trump.
“La imagen visual es uno de los métodos más cruciales para estudiar el fondo marino y uno de los tres pilares fundamentales de la exploración oceánica, junto con el mapeo y el muestreo”, dice Susan Poulton, de la Ocean Discovery League, una organización que busca acelerar el estudio de las profundidades de los mares. Aunque hay diversas tecnologías que pueden estudiar a distancia el lecho marino, hay que verlo para conocerlo, recuerda Poulton: “El mapeo del fondo marino y los recientes avances en muestreo, incluido el ADN ambiental, solo pueden proporcionar un nivel de detalle limitado”. Y pone un ejemplo: “Imagine intentar contar la historia de entornos críticos como la sabana africana o la selva amazónica utilizando únicamente imágenes satelitales y muestras de ADN sin siquiera observar qué vivía allí. No ofrecería una imagen completa”.
Ahora, esta organización ha recopilado la imagen más completa de las profundidades. Para ello han analizado el material obtenido en las 43.681 misiones de inmersión realizadas desde 1958 que han logrado reunir. Reconocen que no tienen todos los datos, ya que no está disponible buena parte de la información obtenida por las compañías petroleras o mineras en sus prospecciones o las de telecomunicaciones en el tendido de sus cables oceánicos. “Muchos datos recopilados por empresas privadas serían revolucionarios para la ciencia y, a menudo, no violan ninguna cláusula de propiedad intelectual”, sostiene Poulton. “Necesitamos más iniciativas de colaboración global entre la industria y la ciencia, como HUB Ocean, para que estos datos estén disponibles”, añade. Aun así, han juntado suficientes para llegar a los resultados que publican este miércoles en Science Advances.
De los 510 millones de kilómetros cuadrados (km²) de área que tiene el planeta, 360 millones de km² están bajo el agua, el 70% del total. Pero solo hay imágenes de entre 2.130 y 3.357 km² (según el método de cálculo usado) del lecho marino. El título del trabajo publicado lo resume: Qué poco que hemos visto: una estimación de la cobertura visual del fondo marino profundo. Y lo poco que se ha visto ofrece una imagen muy distorsionada de lo que hay allí abajo.
En 67 años de inmersiones, solo una quinta parte de ellas fueron en alta mar. El resto tuvieron lugar en aguas territoriales (hasta las 12 millas náuticas, unos 22,2 kilómetros) o en las llamadas Zonas Económicas Exclusivas (ZEE, hasta las 200 millas náuticas), áreas marinas en las que, sin ser territoriales, el derecho del mar reconoce a los países ribereños ciertos derechos de exploración y explotación de sus recursos. Pero es que dentro de las ZEE también ha habido una enorme concentración. De las 35.000 exploraciones dentro de las 200 millas náuticas, el 71% fueron en aguas de solo tres países, Estados Unidos, Nueva Zelanda y Japón. El resto se lo reparten los otros 117 países con salida al mar.
También existe un oligopolio en la propia exploración oceánico. Debido a su elevado coste, solo cinco países —Estados Unidos, Japón, Nueva Zelanda, Francia y Alemania— acaparan el 97% de todas las inmersiones en aguas profundas. Estos sesgos habrían llevado a la comunidad oceanográfica a basar gran parte de su caracterización del ecosistema oceánico profundo en una muestra increíblemente pequeña y poco representativa.
“A medida que tenemos amenazas cada vez mayores a las profundidades oceánicas, desde el cambio climático hasta la posible minería y la explotación de recursos, esta limitada exploración de una región tan extensa se convierte en un problema crítico tanto para la ciencia como para las políticas a tomar”, afirma la oceanógrafa y presidenta de Ocean Discovery League, Katy Croff Bell. “Necesitamos comprender mucho mejor los ecosistemas y procesos de las profundidades oceánicas para tomar decisiones informadas sobre la gestión y conservación de los recursos”, añade Bell, primera autora de este trabajo.
El estudio encuentra un sesgo más, este relacionado con las zonas dónde se concentran las inmersiones. La mayoría de las campañas se han centrado en regiones con características morfológicas determinadas, como los cañones, escarpes o laderas oceánicas. Pero la mayor parte del océano descansa sobre planicies abisales o llanuras marinas de las que no hay datos más allá de unos mapas confeccionados a distancia.
“Gran parte de nuestro océano sigue siendo un misterio”, afirma Ian Miller, director de Ciencia e Innovación de la National Geographic Society, en una nota. “La exploración de las profundidades marinas, liderada por científicos y comunidades locales, es crucial para comprender mejor el ecosistema más grande del planeta”, añade Miller, cuya organización ha financiado el estudio.
Visualizar el fondo marino es tanto o más urgente que pisar Marte. El fitoplancton responsable del 80% del oxígeno del planeta depende de los nutrientes que le aportan las aguas más profundas. En los fondos marinos se están descubriendo nuevos patógenos, pero también nuevos fármacos. Abrir la veda a la minería en las planicies submarinas podría poner en peligro a miles de especies recién descubiertas. En una de las áreas de mayor interés minero, la Zona Clarion-Clipperton, en el noreste del océano Pacífico, se descubrió en 2024 lo que los científicos llamaron “oxígeno oscuro”: a 4.000 metros de profundidad, donde no llega la luz ni existes organismos fotosintéticos, se genera el elemento clave para la vida, lo que suscita nuevos interrogantes sobre el origen de ella en el planeta azul.
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