El 1.5 cada vez más cercano

 


Un estudio refuta al IPCC y reinicia el reloj del objetivo 1,5 ºC: el presupuesto de carbono se agotará en seis años

Fecha de Publicación
: 02/11/2023
Fuente: El Español
País/Región: Internacional


"No estamos haciendo lo suficiente para mantener el calentamiento por debajo de 1,5 °C". Así condensa el investigador del Centro de Política Medioambiental del Imperial College de Londres Robin Lamboll las conclusiones del estudio que publica hoy lunes 30 de octubre en la revista científica Nature Climate Change donde se revalúan las trayectorias de las emisiones de gases de efecto invernadero en relación con las metas del Acuerdo de París de reducir a los 1,5 °C o 2 °C el aumento de temperatura con respecto a los niveles preindustriales.
Esto es lo que se conoce como presupuesto de carbono y no es más que un cálculo que realiza el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) basado en modelos de predicción climática de la cantidad de emisiones de dióxido de carbono que pueden emitirse manteniendo el calentamiento global por debajo de determinados límites de temperatura.
Lamboll y sus colegas revalúan el rumbo de la barca de los objetivos marcados por el Acuerdo de París. Y vaticina que si las emisiones de dióxido de carbono se mantienen en los niveles de 2022 —36.800 millones de toneladas—, el presupuesto de carbono se agotará en seis años. El hallazgo significa que el presupuesto es menor de lo calculado anteriormente.
En el Sexto Informe de Evaluación del IPCC, publicado en 2021, el comité científico sobre cambio climático estimó que el presupuesto mundial de carbono restante para un 50% de posibilidades de mantenerse dentro de un calentamiento de 1,5 °C era de unos 500 gigatoneladas de dióxido de carbono.
Y unos años antes, en 2018, publicó un informe especial sobre esta cuestión titulado Informe Especial sobre Calentamiento Global de 1,5 °C en el cual, entre otras cosas, aseguraba con una alta confianza que "es probable que el calentamiento global alcance 1,5 °C entre 2030 y 2052 si sigue aumentando al ritmo actual".
La investigación que se publica hoy arroja un dato que reduce a la mitad las estimaciones de aquel entonces que mide el presupuesto restante a enero de este año: el ser humano debe acumular menos de 250 gigatoneladas de CO₂. Y, para una probabilidad del 50% de 2 °C, el presupuesto de carbono se sitúa en torno a 1.200 GtCO2.
"Ese informe de 2021 ya destacaba que había una posibilidad entre tres de que el presupuesto de carbono restante para 1,5 ºC pudiera ser tan pequeño como el que ahora informa nuestro estudio", señala la doctora Joeri Rogelj, directora de Investigación del Instituto Grantham y catedrática de Ciencia y Política del Clima del Centro de Política Medioambiental del Imperial College de Londres. Y añade: "Esto demuestra la importancia de no fijarse simplemente en las estimaciones centrales, sino también tener en cuenta la incertidumbre que las rodea".
Los autores argumentan que esta diferencia entre el presupuesto de carbono revisado y el anunciado por el IPCC hace dos años se explica por dos motivos: el continuo aumento de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero que se ha acometido desde mediados de 2020 y a una estimación mejorada del efecto refrigerante de los aerosoles, que se está reduciendo a nivel mundial debido a las medidas para mejorar la calidad del aire y reducir las emisiones.
"Las conclusiones expuestas por Lamboll y sus homólogos ilustran que cualquier cálculo, por riguroso que sea, está sujeto a cambios con datos y conocimientos revisados", comenta Benjamin Sanderson, del Centre for International Climate and Environmental Research de Oslo en un artículo donde reseña la investigación.

Un vacío de información
No es la primera vez que se tiran por tierra los datos que ofrece el IPCC en sus informes. En una publicación publicada el pasado mes de junio en la revista Earth System Science Datacon y que cuenta con la rúbrica de 50 científicos expertos en la materia, se revaluaron los principales indicadores climáticos para concluir que es necesario aumentar la frecuencia con la cual se actualiza la información científica con respecto a los objetivos de reducción de emisiones planteados.
El grupo de expertos de la ONU actualiza los indicadores sobre cambio climático, entre los que se incluye el presupuesto de carbono, en sus informes científicos exhaustivos cada seis o siete años. Esto, según los científicos, provoca un "vacío de información", puesto que los datos cambian rápidamente.
“Esta es la década crítica para el cambio climático", señaló Piers Forster, autor principal, coordinador del proyecto Indicadores del Cambio Climático Global y director del Priestley Centre for Climate Futures de Leeds. Y añadió: "Tenemos que ser ágiles ante el cambio climático (...) El tiempo ya no está de nuestra parte, y el acceso a información actualizada es de vital importancia".
Otra de las autoras que firmó el estudio, Maisa Rojas Corradi, ministra de Medio Ambiente de Chile y autora del IPCC sugirió que "una actualización anual de los indicadores clave del cambio global es fundamental". Así, los datos podrán "ayudar a la comunidad internacional y a los países a mantener la urgencia de abordar la crisis climática, que se sitúe en lo más alto de las agendas y que tomen decisiones basadas en la evidencia".

Cambiar el modelo del IPCC
Además de la periodicidad, la metodología es otro de los corolarios del IPCC. "El análisis del clima del IPCC se apoya demasiado en los MCG (modelos climáticos globales)", expresa el doctor James Hansen, físico, climatólogo y profesor adjunto en el Departamento de Ciencias Terrestres y Ambientales de la Universidad de Columbia en una carta donde adelanta el contenido del artículo Global Warming in the Pipeline que se publicará en la revista Oxford Open Climate Change.
Hansen advierte de que el calentamiento futuro será mucho más rápido que las previsiones oficiales del IPCC. Por eso, advierte, hay que reformular la manera en la cual se calculan las estimaciones de los indicadores sobre cambio climático.
Hasta el momento, las previsiones del IPCC se han basado en modelos climáticos. Hansen, en cambio, propone en su lugar aproximarse a los fenómenos climáticos adoptando un triple enfoque que tenga en cuenta los modelos, la historia climática que se remonta al pasado geológico y las observaciones en curso.
Esto es algo reconocido por Sanderson en su artículo. Si se presentan revisiones de las estadísticas del IPCC como 'actualizaciones' semioficiales, como las de Lamboll, Forster o Hansen, "corren el riesgo de confundir el mensaje coherente del IPCC".
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