Brasil: Pantanal es una tumba a cielo abierto por el fuego

 


Las lluvias apagan el fuego en el humedal más grande del mundo en Brasil, hogar de miles de especies

Fecha de Publicación
: 23/11/2023
Fuente: Clarín (Argentina)
País/Región: Brasil


Las lluvias de los últimos días en la región central de Brasil, pusieron fin a los incendios récord que castigaban al Pantanal, el mayor humedal del mundo, según imágenes satelitales captadas este lunes, se informó oficialmente.
Pero el daño está hecho. Caimanes, pirañas, cobras, sapos... Los incendios desatados en el Pantanal de Brasil han transformado vastas áreas del mayor humedal del planeta en un campo de cenizas y una tumba a cielo abierto donde la Policía Medioambiental brasileña busca ahora señales de vida animal.
Los satélites del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE) detectaron la región del Pantanal, que sufrió con casi un millón de hectáreas consumidas este año, sin focos activos.
Los incendios marcaron un récord histórico para el mes de noviembre, con 3.957 focos acumulados, según datos disponibles hasta este domingo, casi nueve veces el promedio histórico para el mes completo.
La región, que alberga una gran diversidad de fauna y depende del ecoturismo, fue escenario de severos incendios por varias semanas debido principalmente a la fuerte sequía.
Según la ONG Instituto Centro de Vida (ICV) al menos el 6% del Pantanal, situado al sur de la Amazonía brasileña fue alcanzado por las llamas.
El peor registro para el mes de noviembre completo era de 2022, cuando se detectaron 2.328 focos.
La mayor parte del área que ardió este mes fue la porción que corresponde al estado de Mato Grosso (centro-oeste).
Según los expertos, los incendios recurrentes en el Pantanal son causados principalmente por la acción humana, en especial el uso de quemas controladas para regenerar o aumentar terrenos agrícolas.
Pero la situación este final de año se ha agravado por la sequía que azota diversas regiones de Brasil, incluida la Amazonía, el mayor bosque tropicaldel mundo.
El Pantanal se extiende por una superficie de más de 170.000 km2 en los territorios de Brasil, Bolivia y Paraguay.
Según el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), es hogar de 656 especies de aves, 159 mamíferos, 325 peces, 98 reptiles, 53 anfibios y más de 3.500 especies de plantas.
Hace unos días, los bomberos en la región brasileña de humedales en Pantanal celebraron el final de la temporada de incendios con una publicación en Facebook que decía: “Es un alivio para todos los que viven en la región”.
La publicación del pasado 7 de noviembre resultó prematura.
En las dos primeras semanas de noviembre, los incendios avivados por un clima inusualmente caliente y árido destruyeron casi 770.000 hectáreas (1,9 millones de acres) del humedal tropical más grande del mundo, según datos preliminares de la Universidad Federal de Río de Janeiro. Es decir, el 65% del daño que han causado los incendios en la región en lo que va del año.
El Instituto Nacional de Investigación Espacial del Brasil, una agencia federal, detectó 3.380 incendios en Pantanal en los primeros 17 días de noviembre, en comparación con apenas 69 durante el mismo periodo del año pasado, y muy por encima de los récords de temporadas pasadas de incendios que se remontan a 1998.

La casa de miles de especies
El Pantanal es casa de miles de especies de plantas y animales, incluidos 159 mamíferos, y donde los jaguares abundan, según el Fondo Mundial para la Naturaleza. Durante la temporada de lluvias, los ríos se desbordan, inundan la tierra y gran parte de ella únicamente es accesible por bote o avión. En la temporada seca, los entusiastas de la vida silvestre se dirigen al lugar para ver a los generalmente furtivos jaguares descansando en las cuencas, junto con guacamayas, caimanes y capibaras.
La mayor parte del parque Encontro das Aguas, ubicado en los límites de los estados de Mato Grosso y Mato Grosso do Sul —conocido por su enorme población de jaguares— pasó de un color verde esmeralda a un marrón oscuro. Un equipo de periodistas de The Associated Press en el lugar vio a un enorme jaguar lamiéndose las patas a la orilla del río, recostado en una cama de vegetación quemada.
“Si esto continúa cada año, ya no habrá más (jaguares), se irán, encontrarán la forma, como las personas, y se irán a la ciudad”, advirtió Leonisio da Silva, un residente del parque. “Será el final”.
Los jaguares del parque, el cual abarca más de 1.000 kilómetros cuadrados (más de 400 millas cuadradas) están acostumbrados a la observación de los seres humanos y han sido una de las principales atracciones del ecoturismo durante más de 15 años. Su preservación y la de su hábitat natural es esencial para la región.
Bomberos, soldados y voluntarios trabajan día y noche para tratar de detener los incendios, los cuales no sólo amenazan a la rica flora y fauna de la región, sino también residencias y centros de hospedaje para turistas.
“Esto es sumamente atípico”, dijo Renata Libonati, coordinadora del sistema de alerta de incendios en el Pantanal de la Universidad Federal de Río de Janeiro. La temporada de incendios por lo general termina en octubre, cuando el aire se vuelve más húmedo y empieza a llover. “Lo que estamos viendo es una extensión de la temporada de incendios”.
Libonati explicó que la ola de calor que arrasó con buena parte de Brasil la semana pasada aunada al fenómeno de El Niño, dejó como resultado temperaturas más altas y condiciones más áridas, las cuales favorecen a los incendios.
Los incendios son frecuentes en el Pantanal y la vegetación puede regenerarse rápidamente con la lluvia. Pero cuando los incendios son demasiado intensos o consumen áreas más densamente boscosas, la vida silvestre que sobrevive queda varada sin hábitat.
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