Los océanos cambian de color

 


Los océanos cambian de color: más verdes en los polos y más azules en el ecuador 

Fecha de Publicación
: 24/06/2025
Fuente: Agencia EFE Verde
País/Región: Internacional


Las aguas oceánicas son cada vez más verdes en los polos y más azules hacia el ecuador, lo que indica un cambio en la concentración de clorofila producida por el fitoplancton, una tendencia que, de mantenerse, podría tener repercusiones en la pesca mundial.

Fitoplancton en movimiento
Investigadores estadounidenses publican en Science un estudio basado en datos de satélite recogidos entre 2003 y 2022 para detectar, en el océano abierto, cambios en la concentración de clorofila, un indicador indirecto de la biomasa de fitoplancton, organismos marinos situados en la base de la cadena alimentaria oceánica.
El análisis señaló tendencias claras: las zonas verdes se volvieron más verdes, especialmente en el hemisferio norte, mientras que las regiones azules eran más intensamente azules, lo que sugiere un desplazamiento del fitoplancton hacia los polos.

Impacto en la pesca
Si la tendencia continúa, las redes tróficas marinas podrían verse afectadas, con posibles consecuencias para la pesca mundial.
“Los trópicos y los subtrópicos están, en general, perdiendo clorofila, mientras que las regiones polares —las de latitud elevada— están reverdeciendo”, explicó el primer autor del estudio, Haipeng Zhao, de la Universidad de Duke (EE. UU.).
Una disminución persistente del fitoplancton en las regiones ecuatoriales podría alterar la pesca, de la que dependen muchos países de renta baja y media —como las islas del Pacífico— para su alimentación y desarrollo económico, sobre todo si esa disminución se extiende a las regiones costeras, según los autores.
“El fitoplancton está en la base de la cadena alimentaria marina y si se reducen sus niveles también podrían verse afectados los niveles superiores de la cadena, lo que podría significar una redistribución potencial de la pesca”, destacó el investigador Nicolas Cassar, también de la Universidad de Duke.
La mitad de las capturas, en zonas vulnerables
El estudio recuerda que más del 50 % de las capturas mundiales de pescado proceden de regiones tropicales y subtropicales, con una importante contribución de la pesca costera.

Temperatura y clorofila, ligadas
El equipo examinó cómo afectaban a los patrones observados de clorofila variables como la temperatura de la superficie del mar, la velocidad del viento, la disponibilidad de luz y la profundidad de la capa mixta (mezcla en la capa superior del océano por el viento, las olas y las corrientes superficiales).
El calentamiento de los mares se correlacionó con cambios en la concentración de clorofila, pero las demás variables no mostraron asociaciones significativas.

Cautela ante el cambio climático
Los autores advierten de que las conclusiones del estudio no pueden atribuirse de forma directa al cambio climático, según recoge la Universidad de Duke en un comunicado.
“El periodo de estudio fue demasiado corto para descartar la influencia de fenómenos climáticos recurrentes como El Niño”, precisó Susan Lozier, del Instituto de Tecnología de Georgia (EE. UU.), coautora del artículo. Por ello, disponer de mediciones durante las próximas décadas “será importante para determinar influencias más allá de las oscilaciones climáticas”.
Además, si el desplazamiento del fitoplancton hacia los polos continúa, el fenómeno podría afectar al ciclo global del carbono, concluye el estudio.
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