Especies del corredor Magdalena Medio en peligro
8:00 | 
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Eco Sitio |
Monos araña y manatíes, más cerca de extinguirse
Fecha de Publicación: 15/06/2015
Fuente: El Tiempo
País/Región: Colombia
Cambio climático y deforestación han afectado los hábitos de estas especies del Magdalena Medio.
La aparición de monos araña de pelaje blanco y de manatíes encallados en los últimos años ha sido motivo de investigación para los científicos del Magdalena Medio, no tanto por lo extraño de estos sucesos, sino porque pueden ser índices de extinción dentro de dichas especies autóctonas.
Alfonso Avellaneda, químico y naturalista que por tres décadas ha estudiado el río Magdalena, ve con preocupación esos fenómenos. “La cuenca del Magdalena Medio es un lugar de altísima biodiversidad. Son más de 500 kilómetros de afluente, desde el salto de Honda hasta El Banco, que nutren un frágil y variado ecosistema de bosques húmedos tropicales”, asegura.
EL TIEMPO consultó a expertos en esta materia para conocer las causas del cambio de comportamiento de estas especies, lo que las aproxima a la extinción.
Guardián de las ciénagas
No es común que los manatíes del Magdalena (Trichechus manatus) se varen sobre las orillas del río, hecho que sucede con mayor regularidad con otros tipos de mamíferos oceánicos como las ballenas.
Sin embargo, según la bióloga Katherine Arévalo, en el caso del manatí este comportamiento estaría relacionado con el efecto del cambio climático sobre las ciénagas donde habita, sobre todo en las épocas de sequía generadas por el fenómeno del Niño.
“Este animal se caracteriza por ser migratorio; en su búsqueda de alimento se mueve lo bastante como para adentrarse a terrenos cenagosos, de los que luego no puede salir debido a la reducción en los niveles de agua del río”, explicó.
Además, según la bióloga, esta situación afecta la reproducción de la especie, ya que al quedar aislados en un solo espacio, se ven obligados a reproducirse con sus parientes más cercanos. “Esto impide que las crías se vuelvan resistentes a las enfermedades”, afirmó.
Asimismo, la erosión a los cuerpos de agua causada por la ganadería intensiva es un factor que incide en la pérdida de territorio para el manatí del Magdalena, que, de acuerdo con Arévalo, llegan a un número estimado de 500 individuos en toda Colombia.
Por el momento, la organización Cabildo Verde, de la que hace parte Arévalo, ha buscado recopilar datos sobre el comportamiento del manatí dentro de la ciénaga De Paredes, reserva natural aledaña a Puerto Wilches, Santander, donde en varias ocasiones la comunidad los ha salvado de vararse.
Aislados en el bosque
En el caso del mono araña, el primatólogo Andrés Link y un equipo de estudiantes de la Fundación Proyecto Primates, de la hacienda San Juan de Carare en Cimitarra, Santander, hallaron un indicio de la acelerada extinción de esta especie.
“En un principio encontramos solo un individuo con pelaje blanco, pero luego vimos que su medio hermano repetía su condición”, afirmó el científico, quien sostiene que la ausencia de pigmento en estos dos especímenes es una pista para entender cómo la desaparición de los bosques del Magdalena (a causa de la ganadería y el cultivo de palma) ha afectado genéticamente a su población.
Link, que por más de siete años ha recorrido los bosques del Magdalena Medio, región que en los últimos 200 años ha perdido un 80% de su cobertura, atribuye este fenómeno a la endogamia (cruce entre parientes cercanos) ocurrida entre las poblaciones del mono araña café, obligadas a mantenerse aisladas por la excesiva tala de madera del sector.
“La reproducción de los monos araña es un proceso muy lento. Las hembras llegan a su madurez sexual a los ocho años, y en el mejor de los casos tienen una cría cada tres. Además, son ellas las que se van de su grupo natal para aparearse, así que si no tienen ramas por donde transitar, se ven obligadas a cruzarse con sus familiares, cosa que aumenta la probabilidad de aparición de características como el albinismo o leucísmo, en el caso de nuestros micos”, dijo el primatólogo.
Por el momento, la Fundación Proyecto Primates, pendiente del riesgo que enfrenta el mono araña, ha decidido volcar sus esfuerzos en la recopilación de datos sobre cómo la deforestación ha afectado considerablemente a las poblaciones de este animal, que desde el 2004 se encuentra en riesgo de extinción. Arévalo y Link coinciden en que los factores que han llevado a estos mamíferos al borde de la extinción son ajenos a la naturaleza.
“No se trata de prohibir la pesca o la ganadería, sino de desarrollarla responsablemente, sin acabar con el delicado ecosistema del río Magdalena”, dijo Arévalo. Por su parte, Link añadió: “Alineando el desarrollo industrial de esta importante región del país con la conservación de sus ecosistemas y biodiversidad, podemos preservar sin causar ningún perjuicio económico”.
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Fecha de Publicación: 15/06/2015
Fuente: El Tiempo
País/Región: Colombia
Cambio climático y deforestación han afectado los hábitos de estas especies del Magdalena Medio.
La aparición de monos araña de pelaje blanco y de manatíes encallados en los últimos años ha sido motivo de investigación para los científicos del Magdalena Medio, no tanto por lo extraño de estos sucesos, sino porque pueden ser índices de extinción dentro de dichas especies autóctonas.
Alfonso Avellaneda, químico y naturalista que por tres décadas ha estudiado el río Magdalena, ve con preocupación esos fenómenos. “La cuenca del Magdalena Medio es un lugar de altísima biodiversidad. Son más de 500 kilómetros de afluente, desde el salto de Honda hasta El Banco, que nutren un frágil y variado ecosistema de bosques húmedos tropicales”, asegura.
EL TIEMPO consultó a expertos en esta materia para conocer las causas del cambio de comportamiento de estas especies, lo que las aproxima a la extinción.
Guardián de las ciénagas
No es común que los manatíes del Magdalena (Trichechus manatus) se varen sobre las orillas del río, hecho que sucede con mayor regularidad con otros tipos de mamíferos oceánicos como las ballenas.
Sin embargo, según la bióloga Katherine Arévalo, en el caso del manatí este comportamiento estaría relacionado con el efecto del cambio climático sobre las ciénagas donde habita, sobre todo en las épocas de sequía generadas por el fenómeno del Niño.
“Este animal se caracteriza por ser migratorio; en su búsqueda de alimento se mueve lo bastante como para adentrarse a terrenos cenagosos, de los que luego no puede salir debido a la reducción en los niveles de agua del río”, explicó.
Además, según la bióloga, esta situación afecta la reproducción de la especie, ya que al quedar aislados en un solo espacio, se ven obligados a reproducirse con sus parientes más cercanos. “Esto impide que las crías se vuelvan resistentes a las enfermedades”, afirmó.
Asimismo, la erosión a los cuerpos de agua causada por la ganadería intensiva es un factor que incide en la pérdida de territorio para el manatí del Magdalena, que, de acuerdo con Arévalo, llegan a un número estimado de 500 individuos en toda Colombia.
Por el momento, la organización Cabildo Verde, de la que hace parte Arévalo, ha buscado recopilar datos sobre el comportamiento del manatí dentro de la ciénaga De Paredes, reserva natural aledaña a Puerto Wilches, Santander, donde en varias ocasiones la comunidad los ha salvado de vararse.
Aislados en el bosque
En el caso del mono araña, el primatólogo Andrés Link y un equipo de estudiantes de la Fundación Proyecto Primates, de la hacienda San Juan de Carare en Cimitarra, Santander, hallaron un indicio de la acelerada extinción de esta especie.
“En un principio encontramos solo un individuo con pelaje blanco, pero luego vimos que su medio hermano repetía su condición”, afirmó el científico, quien sostiene que la ausencia de pigmento en estos dos especímenes es una pista para entender cómo la desaparición de los bosques del Magdalena (a causa de la ganadería y el cultivo de palma) ha afectado genéticamente a su población.
Link, que por más de siete años ha recorrido los bosques del Magdalena Medio, región que en los últimos 200 años ha perdido un 80% de su cobertura, atribuye este fenómeno a la endogamia (cruce entre parientes cercanos) ocurrida entre las poblaciones del mono araña café, obligadas a mantenerse aisladas por la excesiva tala de madera del sector.
“La reproducción de los monos araña es un proceso muy lento. Las hembras llegan a su madurez sexual a los ocho años, y en el mejor de los casos tienen una cría cada tres. Además, son ellas las que se van de su grupo natal para aparearse, así que si no tienen ramas por donde transitar, se ven obligadas a cruzarse con sus familiares, cosa que aumenta la probabilidad de aparición de características como el albinismo o leucísmo, en el caso de nuestros micos”, dijo el primatólogo.
Por el momento, la Fundación Proyecto Primates, pendiente del riesgo que enfrenta el mono araña, ha decidido volcar sus esfuerzos en la recopilación de datos sobre cómo la deforestación ha afectado considerablemente a las poblaciones de este animal, que desde el 2004 se encuentra en riesgo de extinción. Arévalo y Link coinciden en que los factores que han llevado a estos mamíferos al borde de la extinción son ajenos a la naturaleza.
“No se trata de prohibir la pesca o la ganadería, sino de desarrollarla responsablemente, sin acabar con el delicado ecosistema del río Magdalena”, dijo Arévalo. Por su parte, Link añadió: “Alineando el desarrollo industrial de esta importante región del país con la conservación de sus ecosistemas y biodiversidad, podemos preservar sin causar ningún perjuicio económico”.
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