La batalla climática oculta entre los bosques y los océanos

 


 La batalla climática oculta entre los bosques y los océanos

Fecha de Publicación
: 09/08/2025
Fuente: Portal MeteoRed
País/Región: Internacional


Entre 2003 y 2021, la Tierra experimentó un aumento neto en la fotosíntesis, en gran parte gracias a que las plantas terrestres prosperaron en condiciones más cálidas y húmedas, especialmente en regiones templadas y de latitudes altas.
Sin embargo, las algas oceánicas tuvieron dificultades en aguas tropicales cada vez más estratificadas y pobres en nutrientes.
Los científicos monitorearon este cambio energético global usando datos satelitales, revelando que los ecosistemas terrestres no sólo agregaron más biomasa, sino que también ayudaron a estabilizar el clima al capturar más carbono.

La batalla climática de los bosques y los océanos
Las plantas terrestres impulsaron un aumento de la fotosíntesis global entre 2003 y 2021, una tendencia parcialmente compensada por una ligera disminución de la fotosíntesis (el proceso de utilizar la luz solar para producir alimentos) entre las algas marinas, según un nuevo estudio publicado en Nature Climate Change. Estos hallazgos podrían respaldar las evaluaciones de la salud planetaria, mejorar la gestión de los ecosistemas y orientar las proyecciones del cambio climático y las estrategias de mitigación.
Los organismos fotosintéticos (también conocidos como productores primarios) constituyen la base de la cadena alimentaria, haciendo posible la mayor parte de la vida en la Tierra. Utilizando la energía solar, los productores primarios fijan o convierten el carbono del aire en materia orgánica o materia basada en carbono. Sin embargo, los productores primarios también liberan carbono mediante un proceso llamado respiración autótrofa, similar a la respiración. La tasa de ganancia de carbono, una vez considerada la pérdida de carbono por la respiración, se denomina producción primaria neta.
"La producción primaria neta mide la cantidad de energía que los organismos fotosintéticos capturan y ponen a disposición para sustentar prácticamente todas las demás formas de vida en un ecosistema. Como base de las redes alimentarias, la producción primaria neta determina la salud del ecosistema, proporciona alimento y fibra a los seres humanos, mitiga las emisiones antropogénicas de carbono y ayuda a estabilizar el clima de la Tierra", afirmó Yulong Zhang, primer autor del estudio e investigador del laboratorio de Wenhong Li en la Escuela de Medio Ambiente Nicholas de la Universidad de Duke.
Las investigaciones anteriores sobre la producción primaria neta se han centrado generalmente en los ecosistemas terrestres u oceánicos, lo que ha dejado lagunas en nuestra comprensión de la producción primaria neta en toda la Tierra y sus posibles implicaciones para la mitigación del clima.
Para este estudio, el equipo exploró las tendencias anuales y la variabilidad de la producción primaria neta global, centrándose en la interacción entre los ecosistemas terrestres y oceánicos.

Observaciones satelitales
Las observaciones satelitales proporcionan información continua sobre la fotosíntesis de las plantas y las algas marinas llamadas fitoplancton. Específicamente, instrumentos satelitales especializados miden el verdor de la superficie, que representa la abundancia de un pigmento verde llamado clorofila, producido por la vida fotosintética. Los modelos informáticos estiman la producción primaria neta combinando los datos de verdor con otros datos ambientales, como la temperatura, la luz y la variabilidad de nutrientes.
Los autores del nuevo estudio utilizaron seis conjuntos de datos satelitales diferentes sobre la producción primaria neta (tres para la tierra y tres para los océanos) para los años 2003 a 2021. Utilizando métodos estadísticos, analizaron las variaciones anuales en la producción primaria neta para la tierra y, por separado, para el océano.
Encontraron un aumento significativo en la producción primaria neta terrestre, a una tasa de 0,2 mil millones de toneladas métricas de carbono por año, entre 2003 y 2021 La tendencia fue generalizada, desde áreas templadas hasta boreales, o de alta latitud, con una notable excepción en los trópicos de América del Sur.
En contraste, el equipo identificó una disminución general de la producción primaria neta marina, de aproximadamente 100 millones de toneladas métricas de carbono al año, durante el mismo período. Las fuertes disminuciones se produjeron principalmente en los océanos tropicales y subtropicales, en particular en el océano Pacífico.
En general, las tendencias en la tierra dominaron a las de los océanos: la producción primaria neta mundial aumentó significativamente entre 2003 y 2021, a un ritmo de 0,1 mil millones de toneladas métricas de carbono por año.
Implicaciones generales
El estudio destaca el importante papel que desempeñan los ecosistemas terrestres para compensar la disminución de la producción primaria neta del fitoplancton marino, según los autores.
Sin embargo, añadieron que la disminución de la producción primaria neta en los océanos tropicales y subtropicales, sumada al estancamiento de la producción terrestre en los trópicos, podría debilitar la base de las redes tróficas tropicales, con efectos en cascada sobre la biodiversidad, la pesca y las economías locales. Con el tiempo, estas perturbaciones también podrían comprometer la capacidad de las regiones tropicales para funcionar como sumideros de carbono eficaces, lo que podría intensificar los impactos del calentamiento climático.
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