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Nueva isla en Alaska tras décadas de deshielo

 


Alaska cambia de mapa: el retroceso glaciar dio origen a una nueva isla

Fecha de Publicación
: 15/09/2025
Fuente: Portal MeteoRed
País/Región: Alaska 


El glaciar Alsek, en el sureste de Alaska, perdió contacto con una pequeña montaña y transformó su entorno en una isla de 5 km², rodeada por el lago Alsek. Las imágenes satelitales muestran cómo el retroceso glaciar está creando nuevas geografías en pocas décadas.
Los mapas parecen firmes, casi inmutables. Pero en Alaska, la cartografía tiene fecha de vencimiento: el retroceso glaciar está borrando líneas y dibujando otras nuevas. Lo que antes era hielo hoy es agua, y lo que era una montaña solitaria atrapada en glaciares ahora se convirtió en una isla.
El caso más reciente es el del glaciar Alsek, que durante siglos rodeó a una pequeña montaña conocida como Prow Knob. El hielo la mantenía encadenada, como un barco varado en un mar congelado. En el verano de 2025, esa relación terminó: el glaciar perdió contacto con la roca, y Prow Knob quedó completamente rodeada por las aguas del lago Alsek. Dicho de otra manera: nació una isla de 5 kilómetros cuadrados en medio de un paisaje en plena transformación.

Cuando el hielo se retira, aparecen nuevas geografías
El glaciar Alsek se ubica en la llanura costera del sureste de Alaska, una zona donde el hielo adelgaza y retrocede con rapidez. El agua de deshielo se acumula en los frentes glaciares y forma lagos proglaciares, cuerpos de agua que avanzan sobre terrenos liberados recientemente.
En este caso, la expansión del lago Alsek terminó por independizar a Prow Knob, que pasó de ser un nunatak (una cumbre rocosa que sobresale del hielo) a convertirse en una isla lacustre. La transición ocurrió en apenas unas semanas: imágenes satelitales muestran que la separación definitiva se dio entre el 13 de julio y el 6 de agosto de 2025.
Lo interesante es que este fenómeno no es aislado. Según datos recopilados por el glaciólogo Mauri Pelto, desde 1984 el lago Alsek pasó de tener 45 a 75 kilómetros cuadrados. Y no lo hizo solo: los lagos vecinos Harlequin y Grand Plateau también más que duplicaron su tamaño en ese período.

Una historia que viene de largo
El glaciar Alsek fue protagonista de observaciones científicas durante más de un siglo. A principios del 1900 llegaba hasta Gateway Knob, unos 5 kilómetros al oeste de Prow Knob. Para mediados de siglo ya había retrocedido lo suficiente como para rodear a esta pequeña montaña.
En 1960, el glaciólogo Austin Post fotografió la zona y fue quien bautizó a Prow Knob por su parecido con la proa de un barco. En aquel entonces, la roca seguía conectada al hielo y se consideraba un nunatak. En 1984, Pelto constató que parte de su perímetro ya se había transformado en costa lacustre.
Las imágenes satelitales de la serie Landsat, operadas por la NASA y el USGS, permiten seguir con detalle esa evolución: en 1999 el glaciar Alsek ya se había desprendido de una isla angosta cercana, lo que facilitó posteriores desprendimientos. Dos décadas más tarde, el retroceso era aún mayor, y los afluentes que alimentaban al glaciar desde el norte y el sur ya se habían desconectado. El desenlace estaba cantado: tarde o temprano Prow Knob iba a emanciparse del hielo.
Desde 1984, los dos brazos del glaciar Alsek retrocedieron más de 5 kilómetros. A esa velocidad, los científicos ya anticipaban que la separación con Prow Knob ocurriría alrededor de 2020. El cálculo se basaba en la tasa de retroceso observada entre 1960 y 1990, pero el glaciar se mantuvo más tiempo de lo previsto. Finalmente, la predicción se cumplió cinco años más tarde.
La dinámica no sorprende: al perder contacto con la roca, el hielo se vuelve menos estable y más propenso a los desprendimientos. Es un círculo vicioso que acelera la pérdida de masa glaciar y, al mismo tiempo, el crecimiento de los lagos.

Un laboratorio natural del cambio climático
Lo que ocurre en Alaska no es un caso anecdótico, sino un laboratorio natural para entender cómo el calentamiento global redibuja el planeta. Estos cambios geográficos son visibles en una sola generación, algo impensado para procesos geológicos que solían medirse en milenios.
La aparición de nuevas islas puede sonar a aventura cartográfica, pero en realidad es una señal clara de desequilibrio. Cada kilómetro que retrocede el glaciar Alsek representa toneladas de hielo menos y más agua acumulada en lagos inestables. Estos cuerpos de agua, además, pueden desbordarse de forma repentina y causar inundaciones río abajo, un riesgo creciente en muchas zonas glaciares del mundo.
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