Colombia también acelera la deforestación

Otra vez se disparó la deforestación en la Amazonia colombiana

Fecha de Publicación
: 06/10/2020
Fuente: El Tiempo
País/Región: Colombia


En los primeros tres meses del 2020, el país perdió 64.000 hectáreas de bosque según el Ideam
Según el nuevo reporte trimestral de deforestación del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), entre enero y marzo de 2020 se deforestaron alrededor de 64.000 hectáreas de bosque en la región amazónica, especialmente en Caquetá (25.064 ha), Meta (24.288 ha) y Guaviare (14.417 ha).
La noticia es muy preocupante ya que, al comparar con el mismo trimestre del 2019, la deforestación se incrementó un 83 por ciento, pues el año pasado, entre enero y marzo, se reportaron cerca de 35.000 hectáreas deforestadas.
Para algunos expertos como Rodrigo Botero, director de la Fundación para la Conservación y Desarrollo Sostenible (FCDS), era claro que los deforestadores aprovecharían las circunstancias de la pandemia para impulsar con mayor fuerza la tala y la quema de la selva. Y aunque lo advirtieron a tiempo, ninguna autoridad ambiental les prestó atención. Botero dice que el saliente ministro de Ambiente, Ricardo Lozano, desestimó las pruebas que presentaron en abril sobre lo que estaba ocurriendo.
En efecto, la FCDS presentó en junio de este año un informe –cifras no oficiales– en el que reveló que entre enero y abril de 2020 se deforestaron más de 75.000 ha de bosque en la Amazonia. Un reporte muy cercano a lo que ayer presentó el Ideam.
Incluso, en marzo, EL TIEMPO acompañó a Botero en un sobrevuelo por la Amazonia y observamos varios incendios forestales que no fueron controlados por ninguna autoridad ambiental.
Este diario consultó con el ministerio de Ambiente sobre este reporte del Ideam, que no fue divulgado por la institución. A través de un comunicado, Lozano mencionó que “gracias a la reacción inmediata de la Fuerza Pública, fue posible reversar ese incremento, disminuyendo la cifra en los meses siguientes hasta hoy”.
Lozano adjuntó en su respuesta un gráfico que valida su posición. Sin embargo, es bien sabido por expertos que la temporada seca, y por lo tanto de quema en la Amazonia, es entre enero y marzo, luego en noviembre y diciembre. De ahí que la disminución de la que habla Lozano en los meses restantes se debe especialmente a que no es temporada de quemas.
Para Botero, detrás de este fuerte incremento hay varías razones: “Acaparamiento de tierras. El crecimiento sostenido de la entrada de ganadería. El incremento de vías con mayor velocidad sobre zonas de bosques no poblados. La expectativa en el mercado de tierras informal por el avance de la frontera agroindustrial. El incremento en el lavado de dineros del narcotráfico, en minería, tierras, deforestación y ganado. Las alianzas de grupos armados, económicos y políticos para apropiarse de nuevos territorios”, resumió.
A eso se suma que durante la cuarentena circularon panfletos de las disidencias de las Farc en los que les otorgan un “permiso” a los campesinos para acabar con los bosques. También amenazaron a funcionarios de Parques Nacionales, del Instituto Sinchi, de Visión Amazonia y de corporaciones autónomas.

¿Qué dice el nuevo reporte?
En general, la región de la Amazonia sigue siendo la más afectada, pues representa el 68,3 por ciento de toda la deforestación en el país. El año pasado representó 57,7 por ciento.
En una de las regiones que más disminuyó la deforestación fue en el Caribe: pasó de 18,5 por ciento a 6,9 por ciento.
En cuanto a lo que está pasando con las áreas protegidas, los parques nacionales que siguen registrando altas cifras de deforestación son Serranía de La Macarena (47,1 %), Tinigua (25,7 %) y Chiribiquete (7,2 %).
Entre los núcleos con mayor deforestación, el Ideam resalta El Retorno (San José del Guaviare), la Marginal de la Selva (Guaviare), el Parque Serranía de La Macarena (Meta), Tibú (Norte de Santander) e incluye a Mapiripán (Meta).
En estas regiones, las causas de la deforestación van en línea con lo mencionado por Botero: ampliación o apertura de vías no planificadas, conversión de bosques en pastizales con fines de acaparamiento de tierras e implementación de malas prácticas en ganadería extensiva y el establecimiento de cultivos de uso ilícito.
Es importante mencionar que en este reporte, el Ideam identificó otras zonas afectadas por la pérdida de bosque en Colombia, como la Sierra Nevada de Santa Marta, específicamente en los corregimientos de Guachaca y Minca, y en el resguardo indígena kogui-malayo, del municipio de Santa Marta, Magdalena, y en la vereda Palomino, del municipio de Dibulla, La Guajira. Y también en la Serranía de San Lucas/Bajo Nechí, en límites de los departamentos de Antioquia y Bolívar, específicamente en estribaciones sur de la serranía.
La situación es tan preocupante que a los países que firmaron un convenio con Colombia para disminuir la deforestación les preocupa que el gobierno de Iván Duque no pueda cumplir lo prometido.
“Nos preocupa que esta lamentable tendencia pueda dificultar que el país logre sus metas de reducir la deforestación a nivel nacional a 155.000 a en 2022 y a 100.000 en 2025. Invitamos a todos los actores del Estado, de la sociedad civil y de la comunidad internacional a unir fuerzas para que haya una reducción en deforestación también este año”, explicó Ole Reider Bergum, consejero de Clima y Bosques de la Embajada de Noruega en Colombia.
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