México, transgénicos y 4 estados “libres”



México se inundó en 30 años con transgénicos de monopolios, y hoy sólo 4 estados están “libres”

Fecha de Publicación
: 11/03/2018
Fuente: Sin Embargo
País/Región: México


De 1988 a 2017, la siembra y distribución de productos transgénicos en México ha ido en aumento, refieren datos del Centro de Estudios para el Cambio en el Campo Mexicano (CECCAM). Entre 2005 y 2017, sólo cuatro entidades federativas [Ciudad de México, Guerrero, Oaxaca y Tabasco] no tuvieron permiso para cultivar estos productos –ni siquiera como parte de una prueba experimental o piloto–.
El problema de los transgénicos radica en que no se sabe con certidumbre las consecuencias que acarrean en términos de salud y ambientales, sino que también ponen en riesgo algunas de las materias primas autóctonas de México. Según el CECCAM, la mayor parte de las empresas que promueven este creciente negocio son extranjeras, sobre todo Bayer y Monsanto, esta última señalada de ser la principal beneficiaria a partir del sexenio del panista Vicente Fox.
En los últimos 30 años, México pasó de la prohibición al paulatino apogeo de la producción y comercialización legal de productos transgénicos en gran parte de su territorio, refiere el informe Treinta años de transgénicos en México, realizado por el Centro de Estudios para el Cambio en el Campo Mexicano (CECCAM).
La expansión del cultivo de transgénicos ha sido tan evidente que, entre 2005 y 2017, sólo la Ciudad de México, Guerrero, Oaxaca y Tabasco permanecieron como territorios “libres” del cultivo experimental y comercial de este tipo de productos. Sin embargo, existen casos documentados del uso ilegal de transgénicos en estos lugares y en toda la República mexicana.
A finales del año pasado, por ejemplo, la Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad (UCCS) reveló que a pesar de que en México está prohibida la siembra y distribución de maíz transgénico, el 91.3 por ciento de los productos industriales de maíz contienen algún producto genéticamente modificado –inclusive en aquellos etiquetados como “artesanales” o “libres de transgénicos”–.
El uso de organismos genéticamente modificados (OGM’s) o transgénicos,  en México y el mundo, se presenta en la actualidad como “una alternativa para enfrentar la crisis climática” que afecta las cosechas y la producción de alimentos, refiere el documento del CECCAM.
Los cultivos transgénicos “son organismos creados en el laboratorio con una técnica que permite insertar genes de bacterias, plantas o animales a cultivos como el maíz y la soya”, refiere Greenpeace en su Guía roja y verde de alimentos transgénicos.    El problema radica en que “la ingeniería genética aplicada para la creación de transgénicos, ‘corta y pega’ genes sin controlar dónde y cuántos se pegan en el organismo receptor y sin que se sepa qué efectos inesperados pueden provocar. Tampoco se sabe si estas construcciones transgénicas son estables o no”, explica el organismo internacional.
Aunado a ello, refiere el CECCAM, quienes siembran transgénicos en México lo hacen en áreas naturales protegidas, en centros de origen de los alimentos y en las mejores tierras de riego.
“Las empresas productoras intentan avanzar en las zonas donde existen las mejores condiciones de infraestructura, y no en las regiones agrícolas de mayor ‘estrés’ y sequías” –lo que más que un avance, puede significar un riesgo para la materia prima que se produce de manera tradicional, por ejemplo–.
Tal es el caso del maíz, “una riqueza socialmente producida y preservada por los pueblos indígenas y campesinos de México”, quienes nos han heredado las cerca de “59 razas nativas de maíz” que existen hoy en día en el territorio nacional, pero que “están siendo amenazadas por la liberación de organismos genéticamente modificados al ambiente”, se lee en el informe.
El documento del CECCAM menciona que el uso de OGM’s comenzó en México en 1988, cuando el Gobierno mexicano autorizó la primera siembra experimental de tomate genéticamente modificado a la empresa Sinalopasta, en Guasave, Sinaloa. Desde entonces y hasta agosto de 2017, en el país han sido solicitados, al menos, 356 sitios distintos de liberación de transgénicos.
Sólo entre 2005 y agosto de 2017, la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA) autorizó la liberación de transgénicos en 24 estados de la República [Baja California, Baja California Sur, Campeche, Chiapas, Chihuahua, Coahuila, Colima, Durango, Guanajuato, Hidalgo, Jalisco, Morelos, Nayarit, Nuevo León, Querétaro, Quintana Roo, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tamaulipas, Tlaxcala, Veracruz, Yucatán y Zacatecas].
El resto no lo solicitó [Ciudad de México, Guerrero, Oaxaca y Tabasco] o le fueron negadas las solicitudes de cultivo [Aguacalientes, Estado de México, Michoacán y Puebla].
Destaca que la mayor parte de los beneficiarios de esta apertura del mercado de transgénicos en México son “un grupo muy selecto de empresas extranjeras”, ya que de 853 solicitudes hechas entre 2005 y el año pasado, sólo 22 fueron realizadas por centros de investigación gubernamental mexicanos.
Del total de solicitudes, menciona el CECCAM, el 70 por ciento [595 peticiones] han sido aprobadas. El resto de solicitudes está en proceso de resolución [14.4 por ciento] o ha sido negado [13.2 por ciento].

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