Salmón en España, sembrando para conservar

Veinte años sembrando cuencas para conservar al salmón

Fecha de Publicación
: 03/01/2017
Fuente: EFE
País/Región: España


La larga historia del salmón y su presencia en los ríos se ven amenazadas ya desde hace años, lo que ha urgido a ayudar a la conservación de una especie emblemática y milenaria, con medidas como la fecundación de huevos en centros ictiológicos y la suelta de alevines en los ríos.
Hoy en día el salmón ha desaparecido de muchos de los ríos ibéricos y el norte de España se mantiene como la zona más meridional en donde aún pervive.
Además, en las cuencas en las que ha permanecido esta especie se ha sufrido una drástica reducción, más acusada desde la década de los años ochenta.
El “rey del río”, protagonista de mitos y leyendas, tiene su sitio en el acervo cultural de la cornisa, donde ha alimentado al hombre desde la prehistoria y perduran tradiciones como la del ‘campanu’, el primer salmón pescado al inicio de la temporada.
Se trata de un pez con un ciclo vital complejo, que le lleva desde aguas dulces al mar para volver a morir al río. Son pocos los ejemplares que sobreviven a más de un desove, lo que hace de su proceso reproductivo casi una gesta, máxime cuando la especie está bajo mínimos.

Reintroducción del salmón
En Cantabria cumple ahora veinte años el programa de la Consejería de Medio Rural del Gobierno regional para la reintroducción del salmón atlántico desarrollado en el Centro Ictiológico de Arredondo, en la zona oriental de la comunidad autonóma.
Este centro se halla en un antiguo molino harinero, en la cabecera del río Asón, hoy reconvertido en un lugar de cultivo de salmones y estudio de ecosistemas fluviales.
Arredondo genera cada año alrededor de un millón de huevos embrionados de salmón, destinados a la repoblación. Un 99 % se queda en aguas cántabras, pero también es habitual su traslado fuera de los límites de la comunidad, principalmente a Vizcaya, para apoyar el programa de recuperación de los ríos vecinos.
La cesión desde Cantabria ha llegado al extranjero, ya que en el año 2000 se trasladaron 20.000 huevos a Alemania, dentro del programa de reintroducción del salmón en la cuenca del Rhin, que quedó despoblado a principios del siglo XX.
La dinámica del centro sigue el ciclo natural de los peces, de forma que en otoño, cuando van a remontar en casi todos los ríos de Cantabria, es cuando se cogen reproductores en las escalas colocadas en zonas salmoneras.
Juan Cobo, del Centro Ictiológico de Arredondo, explica a Efe el proceso. “Intentamos coger los machos más grandes y más bonitos y las hembras más productivas, que se traen al centro. Luego cada semana, sobre todo en las fechas de Navidad, se coge a las hembras y se las palpa el vientre para ver si están maduras”.
Para sacar los huevos se las duerme con un líquido narcotizante y después se hacen unos movimientos en el vientre que facilitan la extracción.
Los huevos se fecundan con el esperma de los machos y se depositan en bandejas en las salas de incubación, donde permanecen aproximadamente unos 45 días hasta que eclosionan los primeros alevines.
Tras el desove, se recupera el ejemplar, que es alimentado y se vuelve a depositar en los tanques del centro, con lo que se gana para futuras puestas. Arredondo fue el primer centro de España en el que se logró este hito.

Etapas de la repoblación
La repoblación se hace en tres fases. La primera, en enero o febrero, cuando en los huevos se aprecian los ojos del embrión y se meten en unas cajas con orificios que se dejan en manantiales de zonas altas y de aguas muy limpias.
“Lo que hacemos es taparlo con grava como haría la madre de forma natural y luego los peces, una vez que eclosionan y que nacen de la cáscara, salen de la caja y tendrían que buscarse ellos su subsistencia”, indica Cobo.
La segunda fase, en abril o mayo, es cuando se deposita en los ríos ya el alevín sin vesícula. Y la tercera es la más laboriosa y la que más trabajo lleva, a partir del mes de septiembre y hasta final de año, cuando se sueltan “pintos” o juveniles de salmón, entre 8-10 o incluso 12 cm.
Son peces que van marcados, con una sección en la aleta adiposa y a los que se implanta en la cabeza una micromarca para saber la fecha en la que fue soltado el pez y dónde.
El programa del Centro Ictiológico de Arredondo no se reduce a la cría y a la repoblación, sino que también busca la mejora de la accesibilidad.
Se trata de facilitar en la medida de lo posible el regreso a las cabeceras de los ríos, y para ello se ha elaborado un inventario de obstáculos, para ir eliminándolos progresivamente.
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